Hace tiempo que existe consenso social de que el REF es el principal instrumento que tienen nuestras Islas para su desarrollo, incentivar la actividad económica y neutralizar los sobrecostes para situarnos en igualdad de condiciones que el resto del territorio nacional.

Ahora bien, hace ya 8 meses, que el panorama social y económico se ha visto alterado por una pandemia a escala mundial, la cual se ha trasladado a la economía. Necesitamos un REF adaptado a la nueva realidad, que contribuya a superar la desafortunada situación sanitaria global y la suspensión o ralentización, en el mejor de los casos, de la actividad económica producida por la crisis sanitaria en todos los sectores de actividad y, particularmente, en determinados sectores esenciales en la economía de las islas Canarias (sector turístico y actividades directamente relacionadas con el mismo, comercio minorista, la restauración y el ocio, etc.), unida a la disminución de la actividad en otros sectores necesarios para el cumplimiento de los compromisos de inversión asumidos (construcción, distribución, servicios profesionales técnicos, actividad administrativa, etc.), con la consiguiente paralización de la actividad inversora de las empresas, dificultan enormemente la realización de las inversiones e incluso la dotación por la previsible escasez de beneficios empresariales, y disminución de los volúmenes de negocio de los contribuyentes.

En consecuencia, como las Confederaciones vienen insistiendo, se precisa la urgente flexibilización de los plazos de inversión, periodos de dotación, periodos de utilización o mantenimiento de dichas inversiones y especialmente en el cumplimiento de los requisitos vinculados a la creación y mantenimiento del empleo en Canarias como medio de materialización de la RIC y a los efectos de permitir el disfrute del régimen de la Zona Especial Canaria.

De no aprobarse esa modificación, se está poniendo en grave riesgo la viabilidad del tejido empresarial y por ende el mantenimiento del empleo, ya que los empresarios canarios solicitan dichas modificaciones no para eludir sus compromisos asumidos, sino para flexibilizar su cumplimiento en el tiempo, como consecuencia de la grave crisis provocada por la pandemia, y conseguir así mayor inversión y liquidez que permita la supervivencia empresarial.

Ante las preocupantes noticias según las cuales el Gobierno del España sigue sin concretar cuándo y cómo se llevará a cabo dicha reforma, las Confederaciones Provinciales de Empresarios exigen tanto al Gobierno Canario como al Estatal que la misma sea aprobada urgentemente. Ello, entendemos, exige de una coordinación entre las distintas fuerzas políticas para alcanzar un consenso para instar desde el propio Parlamente de Canarias al Gobierno de España a adecuar los aspectos fiscales del REF a la situación actual derivada del COVID, tal y como establece el Plan de Reactivación Económica y Social de Canarias.

Cuando hablamos del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, estamos ante un conjunto de medidas económicas y fiscales que reconocen nuestras singularidades y nos compensa por nuestra lejanía e insularidad. Por ello, ante los nuevos retos a los que se enfrenta nuestra economía es muy necesario un REF que garantice nuestra competitividad y el desarrollo económico y social de nuestra región.