Gobierno y Parlamento homenajean a las víctimas canarias del campo de concentración y exterminio de Mauthausen

El Gobierno de Canarias y el Parlamento autonómico han rendido hoy homenaje a los 45 canarios que estuvieron prisioneros durante la II Guerra Mundial en el campo de concentración de Mauthausen (Austria) en un acto celebrado en la Cámara regional con el objetivo de que la sociedad canaria conozca el sufrimiento de quienes padecieron el horror de los campos de concentración nazis y mantener viva su memoria. La situación que padecieron los canarios en el campo de exterminio, 28 de los cuales fueron asesinados, se puede conocer a través la exposición ‘186 escalones, en memoria de los canarios de Mauthausen. 1945-2021’, del escritor y periodista palmero Eduardo Cabrera, que permanecerá hasta el 6 de julio en la sala Estatuto de Autonomía del Parlamento canario.

El presidente de la Cámara, Gustavo Matos, el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, el presidente de la Fecai, Mariano Zapata, y el autor de la exposición intervinieron en el acto, en el que también participaron la chelista Caridad Rosa Varona, que interpretó la pieza musical ‘La lista de Schindler’ del autor John Williams; así como la escritora y Medalla de Oro de Canarias 2016 Elsa López, quién recitó los nombres y apellidos de los canarios de Mauthausen y sus lugares de procedencia. En el homenaje estuvieron presentes asimismo la viceconsejera de Justicia y la directora general de Relaciones con la Administración de la Justicia, Carla Vallejo y Marta Bonnet.

Cabrera dijo que las víctimas canarias de Mauthausen, que han vivido demasiado tiempo en el olvido, sufrieron la mayor aberración de la que es capaz el ser humano. “Hoy volvemos a pronunciar sus nombres y podemos decir, por fin, que ya están de vuelta, ya están en casa”, afirmó.

Pérez mostró su satisfacción por el hecho de que su departamento, que tiene competencias en materia de memoria histórica, haya contribuido con su financiación a la realización de la exposición, que tiene, remarcó, una dignidad y una calidad verdaderamente singulares. El consejero destacó que el homenaje a los canarios en los campos de concentración nazis es importante porque no supone un acto de rencor, sino de memoria, justicia y consuelo.

Al respecto, precisó que el acto construye memoria, sin la cual no se puede vivir, supone un acto de justicia, que siempre es oportuna, para los 45 canarios y otros ciudadanos que sufrieron el horror del holocausto, y representa un acto de consuelo porque ante el horror y la maldad siempre cabe preguntarse si la humanidad verdaderamente progresa o no, si es mejor ahora que hace años y si es posible el consuelo. “Sí es posible porque sin esa posibilidad no sería viable vivir”, añadió.

El presidente del Parlamento afirmó que con esta exposición, el recuerdo de los canarios de Mauthausen “permanece vivo, porque no los hemos olvidado”. Indicó que estas personas no acabaron ahí de forma aleatoria, “sino que eran demócratas y republicanos que tuvieron la desgracia de ser perseguidos en nuestro país”. Esa persecución, subrayó, “tuvo que ver con su lucha por la libertad, por la democracia y con la defensa de un mundo mejor”.

Matos señaló que la historia de los canarios en los campos de concentración nazis es “profundamente desconocida” y, en su intervención, recordó el caso de Sebastián Perera, concejal socialista en San Cristóbal de La Laguna en la II República que, tras pasar por las prisiones de Fyffes y Barcelona, huyó a Francia y terminó, finalmente, en un campo de concentración nazi en la II Guerra Mundial. “Murió víctima de los nazis por haber cometido el único pecado de defender la democracia y las ideas progresistas”. El presidente hizo hincapié en la necesidad de no olvidar historias como esta, “porque la democracia es muy frágil y se rompe cada día”.

El presidente de la Fecai agradeció el trabajo, el esfuerzo y la implicación de todas las personas que han hecho realidad el proyecto con el que se pretende traer de vuelta a casa a las víctimas canarias de Mauthausen. Zapata señaló que en las fuentes documentales constan entre las víctimas del campo de concentración vecinos de cinco de las ocho islas, pero, agregó que con independencia del origen y de los nombres, todas las víctimas son canarias.

Un viaje incómodo, pero necesario.
Tras el recuerdo a las víctimas se inauguró la exposición, que consta de seis paneles explicativos en los que, en castellano e inglés, se narra el recorrido de los prisioneros, desde su llegada al pueblo de Mauthausen, a orillas del Danubio, pasando por el campo de concentración y la cantera de 186 escalones en la que los prisioneros realizaban los trabajos forzosos.

El trazado de la muestra culmina en la ‘Habitación de los nombres’ que, según Cabrera, es un lugar de recogimiento y reflexión donde se pueden visualizar los nombres y apellidos de las víctimas, tanto de las fallecidas como de las supervivientes, y su lugar de procedencia “para que podamos traerlos de vuelta a casa.

Aseguró que es un viaje incómodo, pero necesario, y manifestó que cualquier persona normal puede convertirse en un monstruo si se dan las circunstancias adecuadas, circunstancias que se construyen con discursos que siembran el conflicto, la diferencia, el rencor y la sed de venganza, y también utilizando las palabras para sembrar el odio hacia otros seres humanos.

“Hoy tenemos la historia, por eso es tan importante contarla tal y como sucedió, con sus luces y sus sombras, porque solo así podremos trasmitir a las generaciones venideras el aviso de lo que somos capaces de hacer si nos dejamos llevar por la semilla del odio”, enfatizó Cabrera, quien pidió recoger el testigo y volver a pronunciar los nombres de quienes lucharon para sobrevivir y contarle al mundo lo que sucedió en los campos de exterminio nazis.

“No dejemos escapar la ocasión para contarlo a quienes mañana tendrán en sus manos las decisiones y las palabras. Construyamos un mañana en el que no quepa repetir el pasado”, solicitó Cabrera, quien ha realizado investigaciones in situ en distintos campos de concentración de Austria, Polonia y Alemania.

Canarios en Mauthausen.
Algunos de los canarios en Mauthausen fueron reclutados para combatir en la Península durante la Guerra Civil. Otros, que estaban presos en Canarias fueron intercambiados por otros presos de la Península y, al término de la Guerra Civil, se vieron obligados a huir a Francia, donde algunos continuaron presos y otros se unieron a la resistencia. Capturados por los nazis tras la invasión de Francia, fueron enviados al campo de concentración y exterminio.

La cifra establecida de 45 canarios, 28 asesinados y 17 supervivientes de Mauthausen, está constatada con las distintas fuentes y archivos consultados, entre ellos el archivo oficial del Memorial de Mauthausen. Todas las víctimas son hombres, no figuran mujeres dado que no fueron llamadas a combatir, circunstancia por la que no fueron prisioneras.