El Lenovo Tenerife cae con la cabeza alta y despide una temporada histórica

El Lenovo Tenerife despidió este viernes noche una temporada histórica al caer en el tercer y definitivo asalto del playoff de semifinales ante el potente Barça (89-72). El grupo de Txus Vidorreta pujó hasta el último resuello para intentar añadir una hazaña más a una campaña inolvidable, pero acabó cediendo ante el mayor potencial de su rival.

La dureza defensiva de los azulgrana y un mal tercer cuarto de los aurinegros (22-11), en el que fallaron más tiros liberados de la cuenta y cometieron demasiadas pérdidas, lastraron las opciones de los tinerfeños, que pese a todo tuvieron el coraje para tratar de forzar un epílogo más parejo. No pudo ser al final, pero a los insulares le queda el orgullo de decir adiós a un curso inolvidable con la cabeza bien alta, tras un extraordinario tercer puesto en la Liga Endesa.

Arrancó con todo el Canarias, que comenzó sumando de tres en tres con Aaron Doornekamp y Tyler Cavanaugh de protagonistas (4-9); mientras el Barça se amparaba en la movilidad de Brandon Davies. El partido crecía chico a chico, con los laguneros aguantando bien el tipo, fajándose bien atrás y tratando de circular el balón con criterio (23-24, tras triple de Salin, min. 11).

Sin embargo, el grupo de Jasikevicius amplió sus prestaciones camino del descanso recurriendo a la mejor versión de Pau Gasol. Sufrió entonces el conjunto insular para seguir la estela culé (41-31), entre otras cosas porque no pudieron igualar el listón físico de los anfitriones, hasta que minimizaron daño para llegar a la pausa siete abajo (46-39).

Tras el paso por vestuarios, el Lenovo Tenerife salió demasiado errático y apenas pudo sumar de manera aislada desde el 4,60 o con un triple puntual de Doornekamp. El Barça, que asfixiaba la subida del balón, aprovechó la coyuntura para ampliar su renta e irse hasta los 18 de ventaja (68-50, min. 30).

Pero lejos de tirar la toalla el Canarias reaccionó con un parcial de 4-10 al inicio del último cuarto. Dos triples de Aaron y Sasu rebajaron a doce la desventaja (72-60) e hicieron creer en la remontada. No lo permitió el Barça, que acabó llevándose el partido y la eliminatoria, si bien a los aurinegros les queda el orgullo de haber llevado hasta el final su sueño.

Nunca antes el equipo tinerfeño llegó tan lejos, por lo que queda la satisfacción de haber firmado una temporada memorable, de esas que se recordará con el paso del tiempo con la cabeza muy alta. Un tercer puesto que sabe a gloria.