El Lenovo Tenerife firma, ante el Estudiantes, otro triunfo coral

El Lenovo Tenerife superó este domingo con contundencia al Movistar Estudiantes (101-77) para festejar su 23ª alegría del curso en la ACB y fijar así su nuevo tope de todos los tiempos en la élite… con ocho partidos aún por delante para cerrar la fase regular. Un dato de escándalo que prestigia una temporada memorable.

En un duelo con otros registros históricos de muchísimo mérito (Marcelinho Huertas se situó segundo en el ranking de asistencias de siempre en la Liga Endesa; y Txus Vidorreta, octavo en el de partidos dirigidos), el equipo aurinegro enhebró su novena victoria consecutiva entre la ACB y la BCL, ¡la cuarta en solo nueve días!

Lejos de acusar la fatiga en pleno maratón de encuentros, el conjunto insular volvió a firmar otro gran ejercicio coral (seis jugadores en dobles dígitos de valoración) para sellar una clara victoria en una jornada, en la que además se vio favorecido por la derrota del Baskonia en Murcia (92-87), lo que permite a los laguneros aferrarse a la tercera plaza de la tabla clasificatoria.

El cuadro canarista impuso su ley desde la puesta en escena, circulando el balón con mucho criterio y martilleando desde el 6,75 (15-7, tras dos triples de Salin y uno de Doornekamp). El Estu lo intentó amparándose en las segundas opciones en ataque y en el trío formado por Roberson, Djurisic y Delgado; pero lo cierto es que no bastaba para contrarrestar la variedad de recursos del Lenovo Tenerife.

La irrupción de Gio Shermadini (32 de valoración) no hizo más que refrendar la superioridad aurinegra (28-20, min. 10). Los del Ramiro estrecharon ligeramente el cerco al inicio del segundo cuarto (31-28, min. 12), pero el liderazgo de Marcelinho Huertas, con un triple y un 3+1, dio pie a un nuevo arreón de los anfitriones, que acentuaron su festival ofensivo camino del descanso (56-41) con unos porcentajes realmente importantes (63,6 T2, 7/11 T3 y 7/7 TL).

Con el guión pintado ya de aurinegro de arriba a abajo, el Canarias no hizo más que consolidar su triunfo tras el paso por vestuarios, permitiéndose incluso repartir esfuerzos y minutaje entre sus jugadores más utilizados en lo que va de curso. Solo los rebotes ofensivos de Ángel Delgado, los puntos de Djurisic y los fogonazos de Avramovic salpicaron de manera intermitente el dominio tinerfeño.

El Lenovo exhibió además su fortaleza colectiva atrás, movió el balón con fluidez y criterio, y terminó de sellar una victoria contundente, el 23º en 28 partidos. Una barbaridad de registros, nunca vistos en la historia canarista en la élite.