El Lenovo Tenerife se apuntó este jueves noche el 2-0 en su playoff de cuartos de final ante el Hereda San Pablo Burgos (68-92) para sellar su clasificación para las semifinales de la Liga Endesa por primera vez en su historia.
En un tercer cuarto memorable (11-31), el grupo de Txus Vidorreta dinamitó un partido que había nacido y crecido cuesta arriba para terminar sacando de la pista al conjunto burgalés y firmar un episodio para la leyenda.
El conjunto aurinegro se armó de paciencia cuando más apretó su rival (43-35) y rumió desde su fortaleza atrás un triunfo histórico, forjado con carácter y baloncesto, mucho baloncesto.
Lejos de venirse abajo por el buen primer acto del San Pablo Burgos, el cuadro insular se aferró como nunca a sus señas de identidad y demostró una personalidad tremenda para buscar con ahínco la justa recompensa a lo mucho y bueno sembrado durante una temporada extraordinaria.
No fue fácil sacar el billete para las semifinales, entre otras cosas porque los tinerfeños se toparon de inicio con un Burgos muy inspirado, especialmente desde más allá del arco (7/10 en triples en los doce primeros minutos).
Aún así, el Canarias mantuvo el pulso con valentía. Ni los aciertos desde la larga distancia de su rival, arreón incluido de Thad McFadden, que enhebró diez puntos consecutivos; ni las buenas acciones en la pintura de Kravic, desarbolaron a los laguneros.
Costó lo suyo, pero Marcelinho Huertas, primero, y Gio Shermadini, después, contrarrestar la puesta en escena de los anfitriones (8-10). Y a partir de ahí, los laguneros aguantaron el tipo, sin descomponerse, al acecho. Y eso que no fue sencillo. El San Pablo hacía daño con sus segundas opciones (ocho capturas ofensivas al descanso) y no había manera de imponer el ritmo que más convenía a los intereses insulares.
Pero dentro de lo malo, la escuadra tinerfeña, que estrechaba el cerco por momentos (37-35, tras triple de Jenkins), se mantenía vivo, muy vivo por lo visto tras el intermedio.
Tras la pausa (41-35), el Lenovo Tenerife redobló su apuesta por su estilo, el mismo que tan lejos le ha llevado este curso; reforzó la fe en sus armas y dibujó un cuarto para la historia. Infalible en el tiro (6/6 en triples y 12/14 en tiros de campo), los de Vidorreta, que mordían atrás, desquiciaron a su rival y pusieron velocidad de crucero con un parcial de ¡0-27!
Una exhibición en toda regla, con Aaron Doornekamp desatado desde la larga distancia (seis triples, tras un 0/4 al descanso); Marcelinho Huertas sentando cátedra desde la dirección; Bruno Fitipaldo, en su versión todoterreno y Gio Shermadini imponiendo su poder interior ante un advesario que había perdido por completo la brújula de su juego.
De ahí hasta el final, el grupo de Txus Vidorreta no hizo más que certificar una alegría memorable y un billete histórico para las semifinales de la Liga Endesa. Un hito solo al alcance de irreverentes, una hazaña que perdurará en el tiempo.
