El entrenador del Balonmano Salud Tenerife, Octavio Pérez, manifestó que ejercer de anfitrión en la Final Four por el ascenso a la División de Honor de balonmano femenino “es una ventaja, pero también una responsabilidad. Nunca vas a saber si el factor cancha será decisivo, pero sí es cierto que las dimensiones de nuestro pabellón se adaptan bastante bien a nuestras características de juego. Nos sentimos cómodos allí. Sin embargo, también corremos el riesgo de que la presión nos pueda en situaciones concretas”. En cuanto a la situación física y anímica, remarcó que “estamos preparados tanto física como tácticamente”.

De los rivales que desde mañana competirán por el objetivo del ascenso con la escuadra santacrucera, Pérez destacó que “todos son peligrosos. El Bolaños lo conocemos por haber formado parte de nuestro grupo; en su cancha se han mostrado enormemente fuertes y supo oponernos resistencia. El Sporting La Rioja es uno de los clubes más profesionales de la categoría. Y el Handbol Sant Quirze está trabajado desde la base, se conocen perfectamente y están compenetradas, con un sistema de defensas abiertas y juego colectivo. Son equipos variados, de enorme dificultad”.