La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife aprobó en su sesión de hoy declarar la emergencia de la tramitación del contrato de obras de aseguramiento del edificio de Villasegura, así como de cuantas actuaciones sean precisas para eliminar el riesgo de la última planta del citado inmueble, objeto en este momento de su rehabilitación.

Por otra parte, se ha dado luz verde también para iniciar el expediente de modificación presupuestaria para tramitar este procedimiento de emergencia, por lo que ante esta nueva situación se notificará este acuerdo al Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife, a la Universidad Menéndez Pelayo y a la Universidad de La Laguna, para que se tenga en cuenta los términos de este acuerdo aprobado hoy en la Junta de Gobierno, con la finalidad de garantizar la seguridad de los usuarios de estas instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Santa Cruz.

Por dicho motivo, dado el mal estado de conservación de los elementos estructurales de la última planta, derivado de las constantes filtraciones a través de la cubierta del edificio y, en vista del próximo cambio de estación y la llegada de la época de lluvias que incrementarían el riesgo de colapso de los elementos constructivos de la cubierta, lo que supondría un grave peligro para los usuarios del edificio y para preservar la seguridad de sus plantas inferiores, el mencionado informe técnico insta a adoptar de inmediato algunas medidas.

Entre ellas, destaca apear la tercera planta transmitiendo las cargas hasta la cimentación y mejorar de manera provisional el sistema de impermeabilización de la cubierta existente para evitar las continuas filtraciones actuales. Todas estas medidas tendrán carácter provisional hasta que se lleve a cabo la rehabilitación integral del edificio y conllevarán su correspondiente mantenimiento.

Y finalmente, proceder a demoler la remonta del edificio, previa autorización del Cabildo Insular, añadida a finales del siglo pasado, que distorsiona la imagen general del BIC y supone un añadido discordante, por lo que es conveniente su demolición, y finalmente se procederá a impermeabilizar el forjado de la segunda planta y se reconducirá provisionalmente la evacuación de aguas pluviales mediante el sistema de saneamiento existente.