El restablecimiento de servicios básicos como el agua y de la red de carreteras en las zonas afectadas por la erupción de La Palma centraron la reunión de este viernes del Comité Director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA), dirigida por el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias y responsable del plan, Julio Pérez.

En este sentido, se resaltó que a lo largo de este mes está prevista la restitución de la red de agua potable en la zona sur de la colada. Desde el Cabildo de La Palma se indicó que en las próximas semanas estiman finalizar tanto la obra de traslado de agua desde el norte al sur, a través de la red contra incendios de la zona de El Pilar, como la conexión de esta red con los depósitos situados en Fátima y Las Norias. Mientras estos trabajos finalizan y para los casos que sean necesarios, se estudia el traslado de agua, para ser usada en la limpieza, mediante cubas, hasta las viviendas afectadas.

Por otro lado, en el Comité Director se expuso que los trabajos en la carretera de acceso a Puerto Naos están próximos a finalizar, después de que esta obra se haya visto afectada por la presencia de gases en la zona, y que el embarcadero que se construirá en la zona de Punta del Negro está pendiente de que se realicen los estudios de batimetría para establecer las profundidades y estado real del lecho marino con objeto de concretar las actuaciones a realizar.

Este viernes se permitió el regreso a las viviendas de residentes de núcleos poblacionales tanto al norte como al sur de la colada. Así mismo, se ha habilitado la recogida de enseres en la JTI para que las personas puedan volver a habitar con sus pertenencias sus propiedades.

En estos momentos, hay 539 personas albergadas en hoteles, nueve menos que el último dato disponible. De ellas, 344 están en Fuencaliente, 125 en Breña Baja y 70 en Los Llanos de Aridane. Cruz Roja, organismo encargado de la atención de estos evacuados, estima en 90 las personas que podrían dejar los hoteles para volver a sus hogares tras el realojo autorizado desde este viernes.

En el Comité Director también se analizó la posibilidad de que en las próximas fechas se permita la vuelta a los hogares de residentes en otros núcleos situados al sur de la colada.

Sin registro de terremotos a lo largo del día

Este viernes ha sido el primer día que, desde que se inició la crisis volcánica en La Palma, no se ha registrado ningún terremoto en el visualizador del Instituto Geográfico Nacional. El último sismo corresponde a las 22:20 horas del día 6 de enero, con magnitud 1.6 mbLg y 10 kilómetros de profundidad.

Sobre este asunto, el dictamen del Comité Científico celebrado previo a la reunión de hoy refleja que la sismicidad en estos momentos es de baja magnitud y está en niveles muy bajos en todas las profundidades, aunque pese a ello, todavía no se puede descartar la ocurrencia de sismos sentidos. Tampoco se constata la presencia de tremor volcánico en las señales sísmicas.

Además, dada la reducción de la zona de exclusión, el Comité Científico insiste en la recomendación de no aproximarse a las coladas de lava por el grave riesgo de exponerse a los gases emitidos, desprendimientos y altas temperaturas que, en algunos puntos de las coladas, alcanzan hasta 300 grados.

Desde el día 4 de enero, fecha del último informe, la calidad del aire debida al dióxido de azufre (SO2), contaminante asociado al proceso eruptivo, se ha mantenido en niveles buenos en todas las estaciones. Con respecto a las partículas menores de 10 micras (PM10), desde el día 4 de enero se han mantenido los niveles de calidad del aire entre buenos y razonablemente buenos en todas las estaciones, sin nuevas superaciones del valor límite diario (establecido en 50 µg/m3).

En cuanto a la previsión meteorológica, la tendencia para los próximos días es tiempo estable y flujo del este a sureste que inducirá la intrusión de polvo sahariano a partir del final de mañana sábado. La operatividad del aeropuerto queda sujeta a las condiciones puramente meteorológicas, debido a la no presencia de ceniza volcánica en la troposfera.