La Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Senado ha aprobado por unanimidad- salvo el voto en contra de VOX- una moción del PSOE para instar al Gobierno a que tome la iniciativa y haga efectiva la acogida de los menores inmigrantes no acompañados entre todas las Comunidades Autónomas, ya que sigue siendo asumida casi en exclusiva por Canarias por su condición de territorio de primera entrada para la migración a través de la ruta atlántica.

El senador Santiago Pérez señala que la moción tiene origen en la comparecencia del Defensor del Pueblo en el Senado para presentar y defender su informe sobre el fenómeno migratorio; y añadió que “no puede ocurrir que de puertas para adentro en nuestro país se dé una situación parecida a la de la Unión Europea, donde los gobiernos de los países frontera cumplen con creces sus cometidos, mientras que la solidaridad de los demás territorios y comunidades está muy por debajo de límites”.

El senador socialista señaló que Canarias está haciendo un extraordinario esfuerzo de acogida y atención a esas personas y que el objetivo de esta moción era volver a presentar el problema y afrontarlo: “El Gobierno de España debe liderar este proceso y activar los mecanismos de coordinación territorial. Si el Estado de las Autonomías no lo hace, no estará a la altura del mejor federalismo contemporáneo, el federalismo cooperativo”.

Santiago Pérez recordó que “hay más de 2.500 niños, niñas y adolescentes acogidos en la comunidad canaria, y de todos los que han llegado en los últimos años solo 166 han sido derivados a otras Comunidades Autónomas. No puede seguir ocurriendo que las Comunidades Autónomas que están cumpliendo con su función, porque son comunidades de primera línea, se vean penalizadas”.

“Esta es una moción de impulso político para promover la acción del Gobierno. Y si el discurso de que el fenómeno migratorio conviene a largo plazo a los países de la Unión Europea tiene algún sentido, es sobre todo a partir de las personas menores y adolescentes que se arraigan en nuestro territorio”, puntualizó.

“Se puede –apuntó– intentar utilizar el fenómeno migratorio para tratar de sembrar el miedo, pero estoy convencido de que la gente asume la aventura de la inmigración lo hace por necesidad. Y suelen ser los más emprendedores entre la gente humilde de esos países, los que no se quieren resignar a sus condiciones de vida, políticas o incluso de guerra”.

Por eso rechazó “algunas manifestaciones que oigo de la extrema derecha, despiadadas, deshumanas, contrarias a los valores que proclama Europa como cultura, e incluso anticristianas si por alguna casualidad se reclaman de esas creencias”.