El vicepresidente de Canarias y consejero de Economía, Industria, Comercio y Autónomos, Manuel Domínguez, se reunió con su equipo del departamento de Industria con el objetivo de trazar las líneas de trabajo para los próximos años encaminadas a mejorar la competitividad del sector en el Archipiélago.
Durante el mismo, Domínguez marcó los objetivos de la Consejería, que pasan por una ley de promoción de la industria de Canarias para fortalecer la seguridad jurídica y atraer inversión para que los proyectos puedan salir adelante reduciendo las trabas burocráticas. “Existen recursos propios de la iniciativa privada y capitales económicos extraordinarios como los Next Generation, que facilitan la viabilidad de nuevos proyectos para el sector como la producción de electrónica y microchips”.
El sector industrial en Canarias cuenta con unas dificultades intrínsecas debido a los sobrecostes añadidos por la condición RUP del Archipiélago. A esto hay que añadir el encarecimiento de las materias primas y de los costes energéticos. “Por tanto -añade- “esta ley es una buena fórmula para potenciar la industria en Canarias, diversificar la economía, atraer inversión y generar empleo”.
A cierre de junio de 2023, el sector industrial sumó 736 ocupados más, contabilizando un total de 39.581 trabajadores, y el promedio trimestral de paro registrado descendió un 13,3% en comparación con el mismo periodo de 2022. La tasa anual de la producción industrial en Canarias creció un 8%, siendo la Comunidad Autónoma con mayor incremento respecto a junio de 2022. Además, en el segundo trimestre de 2023, el IPI también ha sido positivo, creciendo un 5,9%, mientras que la media nacional descendió un -1,8%.
Para consolidar estos datos, Domínguez asegura que es “imprescindible que la economía canaria disponga de un sector industrial sólido y estable para mejorar la competitividad del tejido industrial e incrementar el valor añadido de la producción”. Por ello, el vicepresidente canario apuesta por poner en marcha medidas de apoyo a la innovación y al impulso tecnológico, así como a la formación de capital humano. “La industria -asegura- aporta estabilidad a la economía del Archipiélago y genera empleos de mayor estabilidad, calidad, remuneración y cualificación”.