La Comisión de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria, ha dado el visto bueno a la cesión al Gobierno autonómico de varios espacios de la Bodega Insular, para posibilitar la puesta en marcha y el desarrollo académico de un Grado Superior en Vitivinicultura. Un nuevo ciclo formativo que se cursará en el IES Vega de San Mateo, por ser el centro público docente al que están adscritas las enseñanzas de Formación Profesional en La Vega de San Mateo, municipio donde se ubican las instalaciones que aporta la Institución Insular.

Ese es el propósito del convenio de cooperación que vincula a la Corporación grancanaria con el Ejecutivo autonómico y con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Gran Canaria, que ha sido refrendado por el Consejo de Gobierno Insular, a propuesta de la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria, en una sesión extraordinaria celebrada hoy.

De este modo, el Cabildo respalda la iniciativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias que, en su política de formación agraria de capacitación profesional y dado que el actual contexto socioeconómico cuestiona la viabilidad de las explotaciones vitivinícolas y su sostenibilidad a medio y largo plazo, ha propuesto completar la actual oferta formativa, con la puesta en marcha de este ciclo, que proporcionará al sector titulados especialistas.

Con la aprobación de este convenio, la Corporación Insular responde a la petición del Ejecutivo autonómico de que adecúe espacios y equipamientos que posibiliten el desarrollo de estos estudios, en aras de potenciar el sector agroalimentario de la Isla y de crear un nicho de empleabilidad en el ámbito vitivinícola.

Así, y según estipula el convenio, el Cabildo apoyará la implantación del Grado Superior en Vitivinicultura, mediante la cesión gratuita del uso de distintos espacios de la Bodega Insular. En concreto, serán la zona de administración, ubicada en la primera planta, que incluye salas e instalaciones de exposición y venta, de reuniones, el vestíbulo, el distribuidor, el control, el despacho de Gerencia y los aseos; así como el aula de formación y el laboratorio, ambos situados en la entreplanta del inmueble.

Todos los espacios cedidos han sido adaptados y dotados, para cumplir la normativa vigente en esta materia, por lo que se ha ampliado el uso de transformación industrial que tenían con un sub-uso de docencia, tal y como permite el Plan General de Ordenación de San Mateo.

Con esta iniciativa, la Gobierno Insular continúa avanzando en sus objetivos de recuperar el sector primario de la Isla y de preservar el paisaje agrícola, para favorecer la economía circular y el consumo de los productos de la tierra y, en este caso, de los vinos de Gran Canaria.

Y es que, actualmente, el sector vitivinícola de la Isla ocupa alrededor de 250 hectáreas de cultivo, distribuidas entre los 21 municipios, y cuenta con 46 bodegas registradas, de las que 38 transforman cada año medio millón de kilos de uva en vino embotellado. Unas cifras que lo sitúan como una alternativa de desarrollo socioeconómico en el ámbito rural.

No obstante, el Cabildo recalca que la Denominación de Origen de Vinos de Gran Canaria ha constatado cómo, en los últimos cinco años, se ha producido un abandono creciente de la superficie de viñedo y se ha cerrado una decena de bodegas, debido a la edad de los viticultores, con más de 60 años de media, y a la escasez de personal cualificado para el mantenimiento del cultivo. Dos situaciones que es preciso resolver, porque la pérdida progresiva de áreas de viñas y de variedades de vinos grancanarios únicas en el mundo está poniendo en riesgo el sector del vino en la Isla.