La Reserva de la Biosfera de La Gomera, dependiente del Cabildo insular, participó durante esta semana en unas jornadas sobre conocimiento y territorio en la era del cambio climático, promovidas por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y en las que se dieron cita todas las instituciones canarias vinculadas con los valores de la UNESCO.

En el transcurso del evento, el vicepresidente primero, Alfredo Herrera, desgranó las principales líneas de acción que la Reserva de la Biosfera ejecuta en este momento y que se concentran en las ocho líneas estratégicas que se fijan en la optimización del sector primario, la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la isla, el fortalecimiento del tejido empresarial, la conservación y uso del patrimonio cultural, así como el natural, además de la sostenibilidad turística. 

Herrera expuso algunos de los proyectos que se ejecutan en la isla, como los vinculados con la sostenibilidad y la autosuficiencia energética, a través de incentivos a empresas y hogares para la instalación de placas fotovoltaicas, la implantación de energías limpias en edificios públicos o la planificación de cinco parques eólicos capaces de generar la misma energía que ahora consume La Gomera. 

Del mismo modo, apuntó a los avances alcanzados en la gestión y optimización de residuos; la lucha contra la erosión mediante el proyecto Plánta-te; y el control y sensibilización sobre especies invasoras. En este sentido, también introdujo la apuesta por el impulso de las zonas rurales a través de iniciativas como el Plan de Dinamización del Norte de La Gomera, o el apoyo a los productos locales con el impulso al sello de calidad de Alimentos de La Gomera. 

“Ahora hay que sentar las bases de los retos de futuro que pasan por consolidar el órgano de gestión, dinamizar el Plan Estratégico, ampliar la participación de los agentes sociales y avanzar en el establecimiento de indicadores sobre la evolución de la Reserva”, explicó.  

La Gomera, nueve años como Reserva de la Biosfera 

La isla de La Gomera fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO el 11 de junio de 2012, convirtiéndose en la sexta Reserva del Archipiélago de Canarias. La candidatura de La Gomera destacó por el gran número de factores positivos para lograr esta declaración: sus paisajes, su rica biodiversidad y el extraordinario patrimonio cultural, tanto en sus aspectos arqueológicos como etnográficos. Estos valores objetivos además están reforzados por el compromiso de los habitantes de La Gomera por el desarrollo sostenible y la preservación de los valores naturales. Y el mejor ejemplo de ello es que la isla conserva la mayor mancha de laurisilva de Canarias, protegida por el Parque Nacional de Garajonay en su mayor parte.

La superficie total de la Reserva de La Biosfera de La Gomera comprende 84.522 hectáreas, de las cuales 37.178 hectáreas (43,98%) corresponden al medio terrestre y 47.343 hectáreas (56,01%) pertenecen al medio marino.