El Ayuntamiento de La Laguna ha sacado a licitación las obras de restauración de la ermita de San Miguel Arcángel por un presupuesto de 176.441 euros. El edificio, situado en la plaza del Adelantado, es uno de los más antiguos y característicos del casco urbano, y está declarado Bien de Interés Cultural. Una vez valoradas las ofertas, cuyo plazo de presentación finaliza el 4 de octubre, se procederá a la posterior contratación de las obras, que cuentan con un plazo de ejecución de cinco meses a partir de su inicio. 

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y el concejal de Obras e Infraestructuras, Josimar Hernández, han visitado este jueves el inmueble, originario de principios del siglo XVI, que recuperará su uso como espacio para albergar actividades culturales, principalmente exposiciones artísticas.

“La ermita de San Miguel es uno de nuestros edificios más emblemáticos por su ubicación y su valor histórico, y es además un espacio que refuerza nuestra dotación cultural de la ciudad, por lo que su recuperación se hace más que necesaria”, sostiene Luis Yeray Gutiérrez, quien enmarca estas obras “dentro de un proceso amplio de recuperación del patrimonio monumental de la ciudad”, en el que se incluye la cercana Casa Anchieta, en la misma plaza del Adelantado, o la consolidación de las ruinas de la antigua iglesia de San Agustín, ya contratadas.

Josimar Hernández recuerda que el objeto de las obras es la reparación de la cubierta a tres aguas del inmueble. La rotura de uno de los tirantes de la estructura, a causa del peso de los materiales, obligó al cierre de este espacio, y los trabajos eliminarán el sobrepeso que soporta la ermita, muy posiblemente a causa de la capa de mortero de protección del impermeabilizante, y al mortero de cemento empleado para el agarre de las tejas.

El proyecto contempla el desmonte de toda la techumbre, recuperando las tejas que sean reutilizables. A continuación se eliminará la capa de mortero y la lámina impermeabilizante y se procederá a reparar la estructura, primero mediante un injerto en el extremo del tirante roto, eliminando la madera deteriorada. Toda la estructura de madera será revisada para su reparación o sustitución si fuera preciso.

Por último se recolocará la teja recuperada, con aportación de las necesarias para completar la cobertura, si bien el empleo de teja nueva se limitará a las canales. También se actuará en los revestimientos exteriores, sustituyendo el enfoscado actual por un revestimiento con mortero de cal, del grueso necesario para cubrir la fábrica de los muros y evitando las ‘islas rehundidas’ de piedra que ahora se observan.