El festival de arte urbano de Los Realejos ‘Seis de doce’, coordinado por Víctor Pacheco “KOB Tropical”, suma una nueva obra, la quinta de este año 2021, con la creación que está desarrollando el artista catalán de origen marroquí Mohamed L’Ghacham con la colaboración de la artista Alba Trench en un muro de grandes dimensiones en la Calle Real de La Cruz Santa.
Mohamed L’Ghacham siempre se ha interesado por las artes plásticas, y ya en el instituto descubre el mundo del graffiti. Años después se ve atraído por los pintores más clásicos y el lenguaje que estos utilizan. Su obra es principalmente figurativa de carácter realista con toques impresionistas, creando escenas a partir de la vida cotidiana que le rodea. Todo eso, combinado con el imaginario visual de la fotografía de finales del siglo XX. Actualmente basa su obra en una mezcla entre pintura y técnicas clásicas con el muralismo más contemporáneo. Sus trabajos se han expuesto en ciudades como París, Nueva York, Roma, Barcelona o Madrid,
El encuentro artístico que se impulsó desde 2019 ofrece espacios murales para seis obras de creadores del ámbito nacional en cada año, habiendo conformado un auténtico museo de vanguardia al aire libre que se está traduciendo en un potencial atractivo más para esta localidad y que se enriquece así cada dos meses con una nueva creación.
“Desde la puesta en marcha del festival se han creado ya 17 obras, que se suman a otra quincena aproximadamente que visten paredes, marquesinas, fachadas, escalinatas y otros espacios que dan hacia vías públicas realejeras y que, cada una bajo una firma y diferentes estilo, contenido y significado, ofrecen en su conjunto una rica diversidad artística y nuevo reclamo para Los Realejos”, valora su alcalde, Manuel Domínguez.
El primer teniente de alcalde e impulsor de la iniciativa, Adolfo González Pérez Siverio considera que “el arte mural es una clara herramienta más para relanzar el patrimonio cultural de nuestro municipio, aportando a Los Realejos un valor añadido entre sus atractivos al reconvertirlo en un auténtico museo de obras urbanas al aire libre, un catálogo que seguirá incrementándose en las próximas fechas con el propio desarrollo de este festival anual y otros proyectos puntuales”. Estamos, recalca Adolfo González, “ante un artista que conecta los murales con sus respectivos entornos urbanos y se mantiene fiel a la estética vintage de la fotografías que pueblan nuestros álbumes
