El Ayuntamiento de Santa Cruz, a través del área de Obras e Infraestructuras, a cargo de Dámaso Arteaga, anuncia que existe la previsión de abrir la Casa Mascareño, declarada monumento BIC en julio de 2008, en el segundo trimestre de 2022, con la finalidad de destinarla a Casa de la Juventud enclavada en el distrito Salud-La Salle, por lo que en esas fechas se procederá a dotarla de mobiliario para albergar las actividades que tendrán lugar en este espacio, segundo de estas características con que cuenta el municipio tras la Casa Lázaro, en El Toscal.

El alcalde, José Manuel Bermúdez, en la visita a las obras destacó que “esta actuación sobre un monumento BIC de la ciudad es un paso más de la línea de poner en valor el patrimonio histórico y artístico de Santa Cruz, con la idea de que la ciudadanía se sienta orgullosa de su historia y su cultura” y agrega que “estas obras se suman a las del cementerio de San Rafael y San Roque, el Palacio de Carta, el edificio Villasegura, el Viera y Clavijo, el Templo Masónico y castillo de San Andrés, entre otros, con la finalidad de que también supongan un atractivo para la ciudad, tanto para sus residentes como para los visitantes”.

Arteaga, por su parte, informó de que “se trata de una obra que está próxima a finalizar, de tal forma que calculamos en el segundo trimestre de 2022 esté concluida y pueda ser abierta al público, aunque aún nos resta el mobiliario” y añade que “cuando concluya la restauración se intervendrá con la dotación del equipamiento, que estará acorde con la finalidad de su uso, que no es otro que ser la nueva Casa de la Juventud, ubicada en La Salud Bajo, por lo que estamos trabajando para ello con el área de Educación”.

“Por lo tanto –adelanta el concejal de Infraestructuras-, confiamos en que en enero esté recibida lo que es la obra civil, que ha consistido en la rehabilitación de la edificación y el acondicionamiento de los jardines exteriores” y pone el acento en que “se ha conseguido la integración con el espacio en el que se ubica la casa, por lo que se ha satisfecho la idea de restaurar una propiedad que hace muchísimos años que estaba abandonada y que viene a completar la red de servicios que tiene la zona de Las Indias, concretamente en los aledaños de la avenida de Venezuela”.

Carlos Tarife, concejal de Salud-La Salle, se mostró “satisfecho de la marcha de las obras y el cumplimiento de los plazos previstos, que permitirán a este distrito disponer de un cada vez más completo catálogo de equipamientos y servicios para la ciudadanía de la zona” y enfatiza que “esto supone un atractivo añadido y un punto de encuentro para las actividades de una juventud que representa una mayoría entre la población de Salud-La Salle, a la que hay que ofrecerle actividades y espacios para que desarrollen su creatividad y crezca en valores como el compañerismo, el esfuerzo colectivo y la solidaridad”.

Para Claudia Reverón, concejal de Educación y Juventud, “disponer de una segunda casa destinada a llenar y fomentar el ocio y la cultura entre los jóvenes es siempre una magnífica noticia, y en este caso, en un barrio tan importante como La Salud Baja, más todavía” y finaliza argumentando que “disponer de estas infraestructuras cerca de los barrios, como también lo está la Casa Lázaro en El Toscal, es una oportunidad para situar estos espacios como centros neurálgicos donde los adolescentes se reúnan con intereses comunes que ellos mismos definan como la cultura, el ocio o el propio estudio”.