El pregón de Carlos Rodríguez Morales ensalza cuatro siglos de devoción al Cristo de La Laguna

Los actos en honor al Santísimo Cristo de La Laguna 2020 han comenzado oficialmente en la tarde noche de este miércoles con la lectura del pregón a cargo del doctor en Historia del Arte por la Universidad de La Laguna, Carlos Rodríguez Morales, en un acto celebrado el Teatro Leal, que estuvo presidido por el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y que contó con la asistencia de numerosos representantes públicos, religiosos y de la sociedad civil lagunera.   

En sus palabras de bienvenida, Luis Yeray Gutiérrez aseguró que “si durante siglos el pueblo de La Laguna ha vuelto repetidamente los ojos a su Cristo en épocas de penurias, epidemias, dolor y carestía, más que nunca en este insólito año de 2020 nos vemos de nuevo a los pies de la imagen con la sensación de que somos ‘juguetes del destino’”.

“El Cristo de La Laguna nos congrega de nuevo”, expresó el alcalde, “a personas de toda condición, lugareñas o foráneas, creyentes o no, y nos invita a estrechar nuestros vínculos como sociedad, a fortalecer nuestra identidad, también en medio de la incertidumbre que marcan estos tiempos. Nos apremia igualmente a la responsabilidad colectiva, ante una situación de la que solo saldremos si actuamos con la máxima prudencia en todos los ámbitos. Serán estas unas fiestas muy diferentes, pero precisamente por ese motivo serán recordadas y se conservarán durante mucho tiempo en la memoria colectiva como testimonio de que, incluso en la mayor de las dificultades, La Laguna honró a su venerada imagen con toda solemnidad”.

El profesor Carlos Rodríguez Morales comenzó sus palabras expresando el “amor por mi ciudad y devoción hacia la imagen del Señor” y reivindicó la importancia de conservar los ritos. “Aunque este año afrontemos unas fiestas distintas, excepcionales y abreviadas (…) celebraremos la festividad del Cristo un año más; y ya superan los cuatrocientos. Es una gran noticia que se nos convoque de nuevo y que podamos vivirlo”, aseguró.

El pregonero realizó un profundo recorrido por la historia del Cristo de La Laguna, que, “a pesar de lo que se ha investigado, presenta todavía interrogantes fundamentales y ángulos ciegos, sin ir más lejos sobre su propio origen (…) y en qué circunstancias llegó a la isla”.

“El Señor y La Laguna están unidos desde entonces. Su biografía y las de sus vecinos se confunden. Pero no solo sus fechas oficiales, sus acontecimientos. Son las vivencias íntimas y compartidas las que nos ha traído hasta aquí, un año más. En realidad, la historia del Cristo es la suma de cientos, de miles, de pequeñas historias. Muchos de nosotros podríamos escribir simbólicamente nuestro propio capítulo a partir de recuerdos personales, de lo que nos han contado y hasta de lo que insospechadamente podamos averiguar. Les invito a que lo hagan”, expresó.

El profesor Rodríguez Morales trazó además un paralelismo entre la “crisis sanitaria de 1741, que afectó sobre todo a los más desfavorecidos”, en el que se establecieron “lo que hoy calificaríamos como un protocolo de emergencia y solidaridad (…) No faltaron las medidas preventivas, no solo el confinamiento de las tripulaciones de algunos navíos llegados al puerto de Santa Cruz, sino también de todas las personas que hubieran estado en contacto con posibles infectados”.

“Y, por supuesto, una vez más se pidió la protección divina, a través de la imagen del Cristo”, señaló el pregonero. “Así se entiende que desde los últimos años del siglo XVI se recurriera institucional y colectivamente al Crucificado con motivo de necesidades diversas y que con su imagen se celebraran novenarios y procesiones de rogativa para propiciar la lluvia durante periodos de sequía, contra plagas de langostas, implorando la salud en tiempo de epidemias o pidiendo que las islas quedaran libres de ataques enemigos”.

El acto, que estuvo presentado por el periodista Zenaido Hernández, se cerró con la intervención musical del tenor Pancho Corujo y la soprano Ruth Terán, acompañados al piano por Francisco Parra.