El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció hoy, tras el acto de inicio del derrumbe de bloques de viviendas afectados por aluminosis en el barrio lagunero de Las Chumberas, la “gran responsabilidad social” demostrada durante el último mes en la isla de Tenerife, lo que le ha permitido bajar del nivel 3 de alerta por la COVID-19 al 2 “tras semanas duras”. El jefe del Ejecutivo autonómico se mostró convencido de que esto también lo conseguirán Gran Canaria y Lanzarote, actualmente en el nivel 3, aparte de resaltar que La Gomera haya descendido del 2 al 1. Torres insistió en que hay que seguir cumpliendo de forma escrupulosa con las normas, para mejorar los datos generales y suavisar las restricciones, que, según recordó, “están tasadas y no se imponen de forma caprichosa”.
Ante los medios de comunicación, el presidente Torres aseguró que “las cosas tienen que ir a mejor”, y también recordó que El Hierro y La Palma ahora están en el nivel 1, como La Gomera. “Estoy convencido de que, con la misma responsabilidad social que en Tenerife, las islas que han subido al nivel 3 volverán a bajar porque estamos en una etapa distinta, no en el 20 de diciembre de 2020, con la Navidad por delante y los niños y jóvenes sin clases. Respetemos las normas, que, si las cosas se hacen bien, en 14 días esas islas dejarán de estar en ese punto de alerta. Si fuera necesario, lo prorrogaremos. Insisto en que somos la comunidad autónoma con los datos más favorables del país”, subrayó Torres.
El presidente de Canarias sostuvo que el reparto, en menor número de dosis que las contempladas inicialmente, de la vacuna de Pfizer durante esta semana se debe a que esa farmacéutica ha informado de unas dificultades en su producción “que resolverá”. Esto motivó que la compañía enviará a España menos vacunas de las previstas. Torres entiende que, ante esa reducción, es “absolutamente razonable asegurar la segunda dosis a los que ya se han puesto la primera, pues deben pasar 21 días, con un margen máximo de 4 o 5”. Por eso, considera lógica la decisión del Gobierno estatal de condicionar la entrega de las dosis a las regiones en función del ritmo de administración de la vacuna.
Según subrayó Torres, lo más importante es que “las personas están por encima de las comunidades autónomas, de las diatribas políticas y de los conflictos, por lo que me parece una medida lógica, razonable, coherente y de sentido común” que el reparto de las vacunas se haga en función de ese ritmo.
Objetivo inicialmente cumplido en la vacunación.
En esta misma línea, el presidente remarcó que “Canarias ha hecho las cosas bien. Ayer (domingo 17 de enero), terminábamos con esta primera fase y comenzábamos con la segunda dosis. Hemos administrado el 100% de las vacunas recibidas, y hay un plan de vacunación, que algunos se apresuraron a criticar, y resulta que lo hemos cumplido al 100% porque el Servicio Canario de la Salud (SCS) planificó correctamente la administración de las dosis disponibles”.
Sobre el real decreto-ley que regula el actual estado de alarma en el país, dijo que las comunidades han ido adoptando decisiones en función de los datos de contagios y los criterios establecidos. “Como he dicho en todas mis comparecencias, son decisiones que están tasadas y, si una región llega a un nivel de alarma 3, se debe cerrar la restauración interior y los espacios deportivos interiores. Son decisiones duras, pero hay que tomarlas si se alcance cierto nivel”, insistió.
Respecto a la posibilidad de modificar el real decreto-ley de estado de alarma para que las comunidades puedan adelantar los toques de queda, el presidente canario cree que hay buena voluntad del Ministerio de Sanidad y de las comunidades, aunque considera “que esto se debe apartar de la lucha partidaria y política”.
Torres expuso que “la COVID-19 no distingue entre unas comunidades y otras; cada una adopta y adapta las decisiones que cree mejores. Canarias siempre se ha adelantado: lo hizo en verano y lo ha vuelto a hacer ahora. Soportamos algunas críticas por las restricciones, pero estas las marca la evolución de la pandemia. Lo que sí rechazo es que se acuse al Gobierno de España de hacer un reparto partidario de las vacunas, porque la salud, el sentido común y la coherencia están por delante de las luchas políticas”, subrayó el titular del Gobierno de Canarias.