La Iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar volvía a acoger, un año más, el encuentro de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y Ensamble Vocal de Tenerife, deleitando a los presentes con una sublime actuación bajo la interpretación del Requiem de Mozart KV 626, contando con un numeroso público asistente que quiso disfrutar de este evento musical sin parangón alguno.
La Sinfónica de Tenerife, conformada por la soprano Alicia Amo, la mezzosoprano Anabel Aldalur, el tenor Agustín Prunell-Friend y el barítono David Wilson-Johnson, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez; y el coro Ensamble Vocal de Tenerife, con Antonio Abreu Lechado al frente como maestro del mismo, brindaban así la oportunidad de poder disfrutar de una de las obras más sonadas de la música sinfónico-coral, la cual siempre se ha visto envuelta en un halo de misterio. En concreto, este famoso Requiem en re menor KV 626, cabiendo recordar que se trata de una obra incompleta debido al fallecimiento de Mozart en el desarrollo de la misma, contó con una sublime interpretación por parte de ambas entidades, las cuales individualmente ya destacan por su buen hacer, el cual es más que reconocido, pero que conjuntamente logran hacer verdaderas virguerías musicales de una calidad artística excepcional.
David Román Escobar, concejal de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Güímar aprovecha para agradecer, una vez más, «a la parroquia de San Pedro Apóstol de Güímar y al Obispado de Tenerife, en representación de su párroco D. Pedro Pérez, poner a disposición este espacio para la realización de tal evento; al Cabildo Insular de Tenerife, así como a la dirección tanto de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, como del coro Ensamble Vocal Tenerife, por permitir que Güímar pueda disfrutar de la cultura de la mano de verdaderos referentes».