La editorial Baile del Sol acaba de publicar una nueva edición de Guad, la joya literaria escrita por el tinerfeño Alfonso García-Ramos hace ahora medio siglo. Se trata de una de las obras más sobresalientes de la narrativa canaria, que le hizo a su autor merecedor del Premio Benito Pérez de Armas, de la Caja General de Ahorros de Santa Cruz de Tenerife en 1970.

La recuperación de Guad es todo un acontecimiento y, en esta edición, la obra cuenta además con el prólogo de la hija del autor, Liti García-Ramos Medina, que comparte un recorrido por la infancia, juventud y madurez de su padre, además de destacar su amor por la isla de Tenerife, que inspiró toda su obra y su compromiso social, político, periodístico y literario con el archipiélago. Además, en ese prólogo se desvela el germen de la novela: “… que en octubre de 1963 en unas vacaciones en Punta del Hidalgo había escrito el primer capítulo de una nueva novela y que partir de ese momento los personajes no dejaron de molestarle hasta que en el verano de 1964 decidió irse solo a Icod durante quince días para escribirla de un tirón. Se trata de Guad, aunque todavía no llevaba este título.”.

Guad es una novela social, de mirada crítica, con unos personajes llenos de matices y capaces de transmitir toda la dureza y la humanidad de la que son capaces en una situación a todas luces injusta. Nos encontramos ante la lucha por obtener el agua en la isla de Tenerife y todos los intereses que se mueven en torno a la construcción de las galerías por parte de las empresas.

Pero, además de la comprometida trama, destaca en Guad la exquisitez y modernidad de su prosa, llena de descripciones extraordinarias y vigorosas que a día de hoy continúan resultando innovadoras.

Todo esto y más se refleja en las palabras del crítico literario Gregorio Salvador, algunas de las cuales también se mencionan en el prólogo:

“Toda buena novela está asentada en una realidad histórica, en unas determinadas circunstancias, en la singularidad individual de unos personajes, pero trasciende todas esas concreciones, sobrevive a su tiempo, escapa a sus circunstancias y universaliza la aventura local y personal de sus protagonistas […]». Y a mí me gusta pensar que Guad es una de esas obras que encajan en esta definición.”.

Y añade, en otro momento: “[…] lo que García-Ramos nos ofrece es un manojo de vidas palpitantes de personajes labrados por el tiempo, cada uno con su sed. Personajes persona. Un grupo de personas, los años de las postguerra, una galería que se está abriendo en esta isla de Tenerife, en un valle cualquiera, el Valle de Tenesora, lo llama el autor, esa es la sustancia de contenido de la novela. Pero no nos equivoquemos con estos datos enviando sin más la obra al rincón de la literatura costumbrista, más o menos folklórica y de corto vuelo doméstico. […] García-Ramos sabe perfectamente lo que es una novela, quiere llamarle así con propiedad a su texto y no se para en barras descriptivas, no se estanca en efusiones líricas intemporales, el tiempo avanza siempre, se superpone a veces, se remonta en múltiples ocasiones al pasado para iniciar nuevos avances en el recuerdo. […] es una novela excelente.”.

Así mismo, el escritor Domingo Pérez Minik apunta que:

«[…] Guad es una novela esencialmente social. […] La posición de Alfonso García-Ramos ante la realidad que nos presenta con su carga explosiva social es completamente distinta. Las actitudes pueden ostentar una gama muy extensa, desde la sentimental hasta la ideológica, la abstracta, la mágica, la problemática. Nuestro escritor mantiene, muy en su lugar, todas aquellas juntas pero no confundidas […] El asunto se enreda alrededor de la perforación de una galería del sur de una isla en una zona pobre, seca, dejada de la mano de Dios. No de los caciques. Tiene un trasfondo de la Guerra Civil, de la paz que siguió, de la nueva sociedad imperante. Unos, muy pocos en lo alto de la pirámide. Los otros, los más, en la base. Los intereses desplegados, esos negocios sucios y el pueblo que lo aguanta todo. Lo de siempre. Siendo un tema conocido parece nuevo[…] El cuento de nunca acabar que necesita de una nueva legislación que no llega, con sus víctimas y todo. El agua al fin brota a chorros, pero no sabemos a quién aprovechará.». Definitivamente, la recuperación de Guad será todo un descubrimiento para los lectores y lectoras que aún no hayan tenido la oportunidad de acercarse a ella y un regalo para aquellos que ya hayan tenido la oportunidad de leerla y puedan reencontrarse con sus historias y personajes en esta nueva y preciosa edición.