Cuatro obras aspiran a obtener el VIII Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal como mejor novela negra de 2021, que conceden el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Festival Atlántico de Género Negro, Tenerife Noir. Se trata de Revancha (Anagrama), de Kiko Amat; El oscuro adiós de Teresa Lanz (Grijalbo), de Toni Hill; Páradais (Penguin), de Fernanda Melchor, y Los buenos hijos (Tusquets), de Rosa Ribas.
El festival presentó las obras seleccionadas este jueves, 24 de febrero, en una rueda de prensa celebrada en la sede central de la biblioteca municipal central de la capital tinerfeña, en la que participaron la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León; el escritor Javier Hernández, consigliere de Tenerife Noir, miembro del “Sindicato”, el equipo que pone en marcha cada año el festival, y el director y productor de esta iniciativa cultural, Alejandro Martín.
Las finalistas han sido seleccionadas entre los 44 títulos propuestos por un equipo de 20 informantes del Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir, escogidos de forma paritaria a nivel nacional en diferentes ámbitos, entre comisariados de festivales, universidades, librerías, grupos de lectores, blogueros… Las novelas de Amat, Hill, Melchor y Ribas serán evaluadas por un jurado presidido por la responsable de ATTK Editores –primera editorial eminentemente digital radicada en Canarias–, Guadalupe Martín Santana, y compuesto como vocales por la librera de la Librería de Mujeres de Tenerife Mase Legarza Negrín; el periodista y comisario de Cubelles Noir, Xavier Borrell Campos; el periodista, crítico literario y director de la serie Negra del sello editorial RBA, Antonio Lozano Sagrera, y la profesora de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Rocío Peñalta Catalán.
El director y productor de esta iniciativa cultural en torno al género negro, Alejandro Martín, actuará como secretario de este jurado, que dará a conocer el fallo del VIII Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal a finales de marzo, justo antes del comienzo del festival. El galardón tiene un año más de recorrido que el festival, porque nació en 2016 en las jornadas que, un año después, cristalizaron en Tenerife Noir.
Para el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife “es un orgullo continuar durante estos años entregando este premio que lleva el nombre de nuestra ciudad dentro y fuera de nuestro país. Este galardón premia la creación literaria de escritores y escritoras, dentro de este festival magnífico que es Tenerife Noir, que se celebra en marzo”, destacó la concejala de Cultura, Gladis de León, durante la rueda de prensa de presentación de las novelas finalistas que aspiran a llevarse este premio. De León felicitó a los finalistas e insistió en la importancia que tiene situar la capital tinerfeña en el mapa mundial del género negro.
Por su parte, Alejandro Martín recordó que “el premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal es de los pocos galardones a nivel nacional que tiene una dotación económica, de 3 000 euros, para obra publicada”. Asimismo, el director y productor ejecutivo de Tenerife Noir destacó que el equipo de informantes, así como la selección de autores finalistas y la composición del jurado que concederá el premio “tienen un carácter paritario, al contar por igual con hombres y mujeres en su composición, una forma de funcionar que nos hemos propuesto para ser coherentes con nuestra apuesta por la igualdad y la visibilización y el reconocimiento del trabajo de las escritoras de género negro”.
Las obras
Páradais (Penguin), la novela de la escritora mexicana Fernanda Melchor, ha sido calificada como una novela brutal y un breve e inexorable descenso al infierno. En ella, su autora explora la violencia y la desigualdad, con una destreza técnica deslumbrante, con un oído absoluto para la oralidad y precisión de neurocirujana para la crueldad. Javier Hernández Velázquez destacó que, al contar “lo que está pasando en México”, Melchor se basa “en dos conceptos: la violencia de género y la desigualdad; lo que va a sorprender a los lectores es la crueldad con la que disecciona la autora la desigualdad entre dos jóvenes acomodados y la realidad que se encuentran en cuanto abren la puerta y salen a la calle”.
Con Los buenos hijos (Tusquets), Rosa Ribas regresa a la familia de detectives más cercana y popular de la novela policiaca con una novela trepidante, en la que se plantea dónde están los límites en una investigación. Un día, la agencia, a la que se ha incorporado Nora, un matrimonio solicita sus servicios para saber por qué se suicidó su hija adolescente. La investigación cambia la vida de los Hernández para siempre, al decidir mantener la investigación después de que los clientes retiran el encargo. Los Hernández no quieren detenerse sin sospechar el precio que pagarán por llegar demasiado lejos en la búsqueda de la verdad. Ribas fue calificada por Hernández como “una top del género negro en España y Europa, tiene la trayectoria más consolidada; esta novela también habla de la desigualdad y, sobre todo, sobre la verdad y la mentira, en torno al regreso de una hija pródiga y el suicidio, en un caso que lleva a la familia de investigadores a una introspección”.
En El oscuro adiós de Teresa Lanz (Grijalbo), de Toni Hill, el recuerdo del suicidio de una joven inmigrante altera las vidas de cinco amigas y sus familias en un idílico y acomodado barrio residencial, donde la joven trabajaba para ellas. En esta novela intrigante y turbadora de los autores más renovadores del género negro en España, la muerte no es el final de una historia, sino un nuevo e inquietante principio, que sirve al autor para reflexionar sobre la hipocresía, la amistad, la inmigración y los privilegios. “Toni Hill es un autor que va contracorriente, quizás es uno de los autores mucho más frescos del panorama nacional”, manifestó el escritor tinerfeño, quien recordó que el escritor catalán fue ya finalista en la primera edición de este premio. La novela “habla de los desequilibrios sociales, de una trabajadora de la limpieza, del suicidio de una joven inmigrante y, sobre todo, de la desigualdad social”.
Revancha (Anagrama), de Kiko Amat; es una novela sobre venganza, amor y ultras, con un ritmo vertiginoso, dura y violenta. Los personajes centrales, Amador y Alberto Cid, alias El Cid, son legendarios skinheads neonazis del gol sur durante los años 80 y 90; forman parte de la facción criminal de Lokos, el grupo ultra del FC Barcelona, el primero como consejero y número dos del grupo y el segundo, como su kapo. Fueron inseparables durante años, hasta que algo los distanció. Amador acarrea muchos secretos, y el mayor de ellos es su homosexualidad, que, en su ambiente, podría costarle la vida. Su padre, antiguo delincuente y leyenda local, está gravemente enfermo, y su agonía abre cicatrices de infancia que Amador creía cerradas. La novela de Amat es calificada como un libro indócil, lleno de vulgaridad y belleza, dolor y humor. Javier Hernández llamó la atención sobre el foco que el autor pone en la violencia que observa el autor en un escenario tan particular como la Barcelona de finales del siglo XX, en la que “los fantasmas van a volver a la vida de los líderes de esta banda de skinheads”.