Cultura del Gobierno de Canarias ha abierto una línea específica de apoyo a la modernización y digitalización de las salas de cine de las islas. Se trata de una iniciativa de nueva creación que se financiará a través de fondos europeos para recuperar el sector tras el impacto negativo de la pandemia sanitaria. Podrán acogerse a estas ayudas las empresas que promuevan proyectos específicos de innovación, funcionamiento digitalizado y sostenible, creación y fidelización de públicos y adaptación a los nuevos hábitos de consumo audiovisual.
Esta convocatoria es una iniciativa de la Dirección General de Cultura y cuenta con una dotación económica superior a 536.00 euros. La cantidad solicitada para proyectos no podrá sobrepasar el 80 por ciento del presupuesto total de los gastos. Las bases de estas subvenciones se encuentran disponibles en la sede electrónica del Gobierno de Canarias (trámite 7524), con acceso también desde la web del Instituto Canario de Desarrollo Cultural, ICDC (apartado Boletín de la Oficina de Apoyo al Sector Cultural). El plazo estará abierto hasta el 29 de agosto.
La partida económica que da cobertura a este procedimiento procede del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, concretamente del nuevo fondo Next Generation EU, creado para impulsar la recuperación y reactivación de todos los sectores económicos, en el que también se pone especial énfasis en la del sector cultural de nuestro país. Y en este caso concreto, dentro del denominado España Hub Audiovisual de Europa, que está orientado a fortalecer el sector audiovisual.
Pueden solicitar estas ayudas personas físicas y jurídicas titulares de salas de exhibición cinematográficas o de complejos cinematográficos de la Comunidad Autónoma de Canarias. Los proyectos objeto de subvención están referidos a digitalización y aplicación de nuevas tecnologías; adopción de medidas de desarrollo sostenible e impacto medioambiental positivo; implantación de sistemas de innovación en la programación y circulación de producciones europeas y en versión original y en castellano. Las actividades a subvencionar deberán estar desarrolladas entre el 1 de marzo de 2020 y el 30 de septiembre de 2023.
Entre los gastos subvencionables figuran también estudios de viabilidad de proyectos de transformación digital, comunicación y marketing digital, actualización de sistemas de ticketing, modernización de sistemas digitales de proyección, audio y conectividad; aplicación de inteligencia artificial y big data o digitalización de otros servicios. En todos los casos se adoptarían medidas de desarrollo sostenible acordes con los objetivos de la Agenda 2030.
No tendrán cabida en las solicitudes gastos generales, costes fijos o de personal, inversiones periódicas, costes de capital para reparaciones de inmuebles ni eventos que no estén principalmente dirigidos a la exhibición y promoción de películas.
Cabe señalar que, según el estudio del Comité de Cultura del Parlamento Europeo, la crisis del Covid-19 ha desafiado los modelos de negocio de la explotación audiovisual. Por un lado, ha habido un incremento más que notorio del consumo audiovisual a través de plataformas digitales y, por otro, el impacto de los cierres forzosos, las limitaciones de aforo y la postergación de estrenos importantes en las salas cinematográficas ha debilitado la situación de estas empresas.
Por el momento ninguna fórmula de explotación alternativa (como la del lanzamiento exclusivo de la producción en plataformas) parece mejorar financieramente la opción de la salida de una película en salas, incluso en un contexto de depresión del mercado cinematográfico. Y parece claro que las salas de cine desempeñan un papel cultural, social y económico crucial, no solo para toda la industria de cine, sino también para las ciudades y comunidades en las que se encuentran, para otros servicios vinculados a la actividad de ocio, y consecuentemente también para los ingresos del Estado a través de impuestos.
En el contexto actual, las salas de cine necesitan renovar sus competencias y prácticas, especialmente para animar al público a volver a las salas después de meses de cierre, de aforo reducido y escasez de estrenos, así como integrar nuevos enfoques de la experiencia del consumo audiovisual para hacer frente a nuevas realidades en torno a la cultura, el público, la sociedad, el desarrollo sostenible, los desequilibrios entre territorios, la tecnología y la industria.