El narrador Antonio Conejo llevará al Espacio La Granja ‘Rodando Rodari’, su última producción para público infantil, una original propuesta que incluye cuentos escenificados en los que la palabra se enriquece con la lengua de signos y la música en directo. La sesión está además inspirada en los relatos del escritor y pedagogo Gianni Rodari, un referente de literatura infantil que siempre destacó por la originalidad de sus ideas, su fantasía y por su humor, y por su empeño en considerar a los niños y niñas como personas críticas, constructivas y transformadoras.
La sesión será el domingo 27 de noviembre, a las 18.00 horas, y contará también con la participación de Natasha Luzardo, interprete de lengua de signos, y del músico Óscar Tiraida. Este espectáculo se ha programado dentro de la línea ‘La Granja, ¡menudo espacio!, en la que este escenario cuenta con la colaboración de la Biblioteca Pública del Estado en Santa Cruz de Tenerife, diseñada de forma específica para público familiar e infantil, en este caso para mayores de cuatro años, y con tarifas especiales en el precio de la entrada.
‘Rodando Rodari’ es un espectáculo de narración escénica con historias llenas de aventura, humor, enseñanza y mucha fantasía e imaginación, que tiene como fuente de inspiración a ‘La gramática de la fantasía’ de este escritor italiano empeñado en mostrar a niños y niñas un mundo maravilloso, diferente, divertido, justo y apasionante, pero también crítico, con un lenguaje pintoresco, espontáneo y comprometido.
Un viaje con la imaginación a través de los cuentos de este gran maestro de la fantasía, que además motiva al público a participar activamente en la vida de la familia, la escuela o el barrio y no permanecer en un mundo aislado, además de transmitirles el gusto por la lectura.
Una propuesta que quiere además contribuir a una sociedad más inclusiva, añadiendo a la misma la posibilidad de que el público que se comunica en lengua de signos pueda también disfrutar en toda su integridad de espectáculos de esas características. Para ello la dirección escénica saca partido a la expresividad de la intérprete para que, junto al narrador, crea imágenes y pequeñas coreografías gestuales reforzando la palabra, tanto dicha como signada. La música original y en directo tiene dos funciones: por un lado, crear ambientes sonoros, y por otro lado, apela a la participación activa del público con canciones para que interactúe con ellas.
En esta historia, Martín toma un camino que no va a ninguna parte, Teresita se niega a crecer en un mundo injusto, Alicia se cae en cualquier sitio, una ciudad está tan llena de coches que los niños y las niñas no tienen ni un rincón para jugar en las calles… y así se van desgranando historias protagonizadas por niños y niñas con características únicas que afrontan las dificultades sin renunciar a lo que son.
Las entradas están disponibles en la web del Espacio La Granja y en su taquilla los días de función.