El Iberostar Tenerife festejó este domingo su sexta victoria liguera consecutiva en otros tantos partidos, al firmar un triunfo de mucho mérito en su visita al Martín Carpena de Málaga (79-86). El grupo de Txus Vidorreta sacó delante una cita de lo más exigente en un vistoso encuentro, jugado de poder a poder por ambos contendientes.
La fortaleza del bloque, la paciencia para rumiar el encuentro según sus normas y el carácter para no tirar nunca la toalla (hasta en tres ocasiones, una por cuarto, se vio diez abajo en el electrónico), explican en parte la victoria del Canarias ante un rival, el Unicaja, que llegaba enrachado y que no pudo contrarrestar el plan de partido de los aurinegros.
Con Gio Shermadini otra vez en su versión MVP (32 de nota); Aaron Doornekamp, letal desde el triple (6/8); y Marcelinho Huertas manejando los hilos desde la dirección (16 puntos y 10 asistencias), el Iberostar Tenerife sumó un triunfo de mucho prestigio, que se sostuvo también en los aciertos de Salin desde el 6,75; en los intangibles de Sergio Rodríguez, muy bien en tareas defensivas, o en las acciones de mérito de Tyler Cavanaugh.
No le resultó nada sencillo a los tinerfeños llevar el partido a su trinchera, entre otras cosas porque se topó con un muy buen rival, con recursos en todas sus posiciones y un perímetro especialmente peligroso. Así quedó constancia en los minutos iniciales cuando el Unicaja comenzó a sumar de tres en tres, al tiempo que se mostraba muy intenso atrás cerrando bien las líneas de pase (16-6).
Pese a todo, el grupo de Txus Vidorreta reaccionó con firmeza, apretó atrás y se encomendó a los balones interiores a Gio y a los triples de Aaron para ir recortando distancias en el marcador, gracias a un parcial de 0-13, que le situó incluso por delante (16-19). Fue el primer intercambio de parciales en un guión que repetiría luego la misma historia mientras el partido crecía con los dos equipos tratando de imponer su ritmo.
Las pérdidas minaban a los canaristas en ese reto y por ahí, con varios balones perdidos al inicio del segundo cuarto, el Canarias sufría de nuevo el potencial de su adversario, que recuperaba momentáneamente las riendas (29-19). En esa dinámica, irrumpieron los galones de Huertas y la determinación de la dupla Doornekamp-Shermadini (39-40), hasta que un nuevo arreón local llevó el choque al receso con cuatro arriba para los anfitriones (44-40).
Tras el paso por vestuarios, el Unicaja repitió estirón, con un 6-0 de inicio (50-40), pero el Iberostar Tenerife demostró carácter para encajar el golpe y levantarse desde la fe en sus señas de identidad. Por ahí, el grupo de Txus Vidorreta movió el balón con criterio, al son de Marcelinho, y encontró buenas situaciones de tiro para recuperar el mando, esta vez con más esperanzas si cabe de prolongarlo en el tiempo (56-62).
Lo intentó el Unicaja, pero se topó con un Canarias enorme, que iba sumando argumentos a la causa. El buen hacer atrás para ir neutralizando las muchas virtudes del ataque andaluz daba confianza a los aurinegros para jugar con soltura en ataque. Las buenas combinaciones y dos triples de Salin ampliaban la renta insular hasta los 14 puntos (61-75).
Hubo tiempo aún para un nuevo arreón local (68-75 y 73-79), pero ya sin la continuidad necesaria para frenar a un Iberostar Tenerife lanzado, que acabó de dar su puñetazo sobre la mesa y certificar así un triunfo de prestigio. La sexta alegría consecutiva en otros tantos partidos que mantiene a los canaristas invicto en la zona de privilegio de la Liga Endesa.