El Lenovo Tenerife festejó este miércoles su vigésimo séptima alegría liguera del curso al imponerse al Casademont Zaragoza en un partido donde los aurinegros fueron de menos a más para terminar ganando por un contundente 60-91.
En un notable ejercicio defensivo, el grupo de Txus Vidorreta se repuso a un inicio desacertado (8-2, 17-10) y a un -10 al comienzo del segundo cuarto (27-17) para ir cogiendo confianza con el paso de los minutos y acabar imponiendo sus señas de identidad, con un gran trabajo coral (anotaron los doce jugadores).
El buen hacer de la pareja Huertas-Shermadini (36 puntos y 48 de valoración entre los dos); el criterio para mover el balón (25 asistencias) y un gran trabajo en la batalla del rebote (42 rechaces por 27 de los anfitriones) explican en parte la meritoria victoria de hoy en el Príncipe Felipe.
Arrancó más atinado el conjunto maño, que aprovechó la movilidad de Elias Harris y los errores desde el triple de los tinerfeños (0/5 al cierre del primer cuarto) para coger las riendas en el electrónico (11-6) y alcanzar incluso una renta de diez puntos (27-17, min.11). Sin embargo, lejos de ofuscarse, el Canarias se rehizo desde atrás para ir mejorando prestaciones.
Un parcial de 0-10 prácticamente el inicio del segundo cuarto, coincidiendo con varias acciones de mérito de Tyler Cavanaugh y con Emir Sulejmanovic al cinco, niveló la balanza y comenzó a pintar el guión del partido de aurinegro, al son del ritmo que imponía Marcelinho Huertas, muy hábil en las acciones de pick and roll, bien para buscar a Gio o para terminar anotando él mismo.
Los laguneros jugaban con fluidez y empezaban a ver el aro cada vez más grande, mientras maniataban a varios de los estiletes locales, caso de Dylan Ennis (37-41, min. 20′). Con el partido ya en su terreno, el Lenovo Tenerife refrendaba las buenas sensaciones a la vuelta de la pausa, con Shermadini haciendo daño en los balones interiores y Sasu Salin amagando con la estampida desde el 6,75: 44-55, tras dos triples del finlandés.
El partido crecía ya del lado insular y el Zaragoza caía preso de la impotencia, con sus tiradores negados (1/13 en tiros de tres), y el control del encuentro totalmente en manos de los bases visitantes. Un 2-14 al inicio del último cuarto, con Marce y Gio exhibiendo su mejor versión, así lo confirmaba.
En esa dinámica, el Canarias acabó repartiendo esfuerzos y sumando argumentos para ampliar su ventaja hasta el 60-91 definitivo. Un triunfo amasado con paciencia, cabeza y compromiso para recuperar sensaciones en pleno sprint final de la ACB y encarar con todo las series por el título, a falta del último choque de la fase regular, previsto para este sábado ante el potente Barça.