Golpe de autoridad para volver a teñir el derbi de aurinegro. El Iberostar Tenerife estrenó este sábado noche con victoria la segunda vuelta de la Liga Endesa, tras firmar un gran ejercicio coral en su visita al Herbalife Gran Canaria (87-108).
El grupo de Txus Vidorreta recogió el guante ofensivo de los anfitriones en una primera parte de locura, jugada a ritmo de vértigo (53-55, con 8/11 en triples de los locales), para luego sacar a relucir su mejor versión defensiva y llevar el partido a su terreno en un segundo acto colosal de los aurinegros.
Hasta siete jugadores en dobles dígitos de valoración para 131 créditos de nota global, la fortaleza atrás en los dos últimos cuartos y un trabajo excelente de la teórica segunda unidad (72 puntos), liderado por el acierto de Spencer Butterfield (30 de valoración), el poder interior de un Fran Guerra enorme y la energía de Emir Sulejmanovic explican en parte el triunfo de esta noche.
No fue fácil para el Canarias imponer sus señas de identidad, entre otras cosas porque su buena puesta en escena (0-5) y su acierto inicial desde la larga distancia (6-11, tras triple de Cavanaugh) encontraron respuesta entre los locales.
El físico de Balcerowski en la pintura dio paso a un parcial de 12-0 cimentado en cuatro triples consecutivos de los grancanarios (22-15), pero el Iberostar Tenerife no se dejó amedrentar. El conjunto lagunero aguantó el pulso y estrechó el cerco con un buen final de cuarto, con Spencer Butterfield de protagonista (27-24).
El partido crecía vistoso en ataque, con Kilpatrick dando buena cuenta de su currículum anotador (20 puntos al descanso con 4/4 en triples). Sin embargo, el grupo de Txus Vidorreta cogió las riendas de electrónico, con un parcial de 1-15 (30-39). El buen trabajo de la pareja Sulejmanovic-Guerra, el criterio para mover el balón en ataque y varias acciones de mérito de Butterfield o Sergio Rodríguez (no pudo jugar tras el descanso por una contusión en el gemelo de la pierna derecha), permitieron a los tinerfeños irse al receso dos arriba (53-55).
Fue tras la vuelta de vestuarios cuando el Canarias irrumpió con determinación en el partido para cerrar el grifo amarillo (Kilpatrick solo anotó dos puntos en la segunda mitad) imponiendo su buen trabajo defensivo. Los de Porfirio Fisac se toparon entonces con el muro aurinegro y los laguneros castigaron cada pérdida local con canasta.
Con Guerra otra vez ejerciendo de dominador en las dos zonas, el Iberostar Tenerife tiñó el partido de aurinegro y se exhibió por momentos. Un tercer cuarto de lujo de los de Vidorreta (16-30) sacó del partido a los anfitriones, que por momentos anotaron con una fluidez increíble (69-85, min. 30) ante un Granca frustrado.
De ahí en adelante, el Canarias, con una carta de tiro brutal (77% en tiros de dos, 52% en triples y 90% en libres), siguió exhibiendo su fortaleza colectiva para llevarse el derbi, quitarse el mal sabor de boca de su última derrota en Donosti y sumar su decimoquinta victoria de la temporada, en el inicio de una segunda vuelta que se presenta apasionante y plagada de desafíos para los aurinegros