El Lenovo Tenerife retomó este domingo la Liga Endesa, tras la disputa de la Copa y el paréntesis de la ventana FIBA, con una victoria contundente en tierras gallegas. En un partido de menos a más, incluyendo una gran segunda mitad (32-59) y un último cuarto de escándalo (19-36), el grupo de Txus Vidorreta impuso su ley ante el Monbus Obradoiro (71-97).
Costó salir airosos del Fontes do Sar, entre otras cosas porque el equipo anfitrión fue mejor en el primer acto, mientras el Canarias caía preso del desacierto. Pese a todo, los aurinegros minimizaron daños para seguir en partido, se sobrepusieron desde la defensa a un -9 (37-28, min. 14) y cambiaron el guión tras el receso para acabar exhibiendo su mejor versión.
En un gran trabajo colectivo, los tinerfeños fueron sumando efectivos y argumentos a la causa, voltearon del todo sus porcentajes (24/34 en la segunda mitad entre tiros de dos y triples), controlaron las pérdidas (solo cinco en todo el encuentro) y mordieron atrás para ir desarbolando progresivamente a un Obra que terminó superado por el festival insular.
Comenzó bien el Lenovo Tenerife, que aprovechó el poderío interior de Gio Shermadini para firmar una notable puesta en escena, que pasó de ser muy buena a fugaz (0-7) ante la irrupción de la pareja formada por Mike Daum y Kassius Robertson. Con los dos estadounidenses tremendamente acertados (anotaron 22 de los primeros 26 puntos de su equipo, el conjunto gallego hizo un parcial de 12-2 y cogió las riendas del choque (24-22, min. 10).
El cuadro aurinegro mantuvo el tipo con las segundas opciones (ocho rebotes ofensivos al descanso) y la aparición de Marcelinho Huertas, que tiró de galones para explotar las situaciones de pick and roll, bien buscando a Gio o anotando directamente. Sin embargo, los laguneros no estaban del todo cómodos, porque sus discretos porcentajes lastraban su ritmo. Espesura que aprovechó el Monbus para estirar su renta hasta los nueve puntos (37-28).
Sin embargo, lejos de tirar la toalla, el Canarias apretó atrás para estrechar el cerco y llegar a la pausa solo uno abajo (39-38). Fue tras el paso por vestuarios cuando el partido cambió de color y el guión transitó hacia la acera aurinegra. Con Marce metiendo ahora con más fluidez y el bloque fajándose muy bien atrás, el Lenovo Tenerife firmó un 5-14 de entrada y llevó el choque a su terreno (44-52).
Lo intentó el Obra, pero sus principales baluartes ya no veían aro con la misma facilidad y el Lenovo sumaba razones para opositar al triunfo cada vez con más claridad (46-55, tras triple de Fitipaldo). Los tinerfeños comenzaron a anotar de manera voraz, especialmente en el último cuarto y desde la larga distancia. El caudal de argumentos canarista aumentaba por minutos y sumaba acciones de mérito de Tyler, Fran, Yusta, Spencer o Emir.
Ni los tiempos muertos agotados por Moncho Fernández sirvieron entonces para frenar el modo vendaval de los aurinegros, que terminaron firmando un último cuarto de escándalo (19-36) para sellar su decimoctava alegría liguera y consolidarse en puestos de privilegio de la clasificación.