Las balsas de Tenerife han alcanzado a finales del mes de enero un volumen de 3.653.166 metros cúbicos, lo que indica un 73% de almacenamiento y suministro (procedente de agua regenerada, de galerías y pozos, de agua desalada y de precipitaciones). Se trata de un dato histórico en el registro de estas instalaciones dependientes de Balsas de Tenerife (Balten) a través del Área de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo, que dirige el consejero insular Javier Parilla.
“La estrategia del agua regenerada (aguas residuales previamente depuradas y tratadas) como aporte principal para la agricultura está dando resultados. El agua regenerada, que supone alrededor del 50% del agua que ingresa en las balsas, es la que garantiza estabilidad y suministro. Se trata, por tanto, de una prioridad en este ámbito del actual equipo de gobierno y así se está demostrando”, subraya Javier Parrilla, quien, no obstante, pide moderación y prudencia a los usuarios en el consumo y el fomento del autoalmacenamiento.
Cabe recordar que se comenzó este año con un 58% de la capacidad total, con 2.880.344 m3, el mayor volumen almacenado desde el año 2014 (que supuso el 62%) en las 21 balsas de red de Balten, según datos a fecha de 30 de diciembre pasado.
En estos momentos, con datos del 29 de enero, por comarcas, las balsas del norte de la isla, más numerosas, cuentan con un volumen de 2.350.902 metros cúbicos, lo que supone el 68% de llenado, mientras que las del sur contabilizaron 1.302.264 m3, el 83% de su capacidad de almacenamiento. De este modo, balsas de gran capacidad, como la de Montaña de Taco, en Buenavista del Norte, la mayor de Tenerife, con 821.739 m3, está al 84% de su almacenamiento, con 691.540 m3; o la de La Cruz Santa, en Los Realejos, de 664.705 m3 de capacidad, se encuentra al 85%, es decir, con 565.068 m3. Asimismo, Lomo del Balo, en Guía de Isora, se encuentra al 87% de llenado, con 467.108 m3; y la de El Saltadero, en Granadilla de Abona, está al 88%, lo que representa 404.251 m3.
Y todos estos datos, además, con una balsa vaciada, como es el caso de la de Llanos de Mesa, en San Juan de la Rambla, de 175.961 m3, que está siendo objeto de una importante obra de reimpermeabilización.