La consejera del área de Empleo, Desarrollo Socioeconómico y Acción Exterior del Cabildo, Carmen Luz Baso, junto a su consejera delegada del servicio de Acción Exterior, Liskel Álvarez, inauguraron ayer en la sede de la Casa Lercaro del Museo de Historia y Antropología (MHA), en La Laguna, la exposición ‘El corazón y el cálamo, La ciudad, los manuscritos y las familias’, que permanecerá abierta hasta el 21 de julio. A la inauguración también asistió la consejera de Museos, Juventud y Deportes del Cabildo de Tenerife, Concepción Rivero, y José Segura Clavell, director general de Casa África.
“Estamos ante un testimonio de un gran valor documental, por un lado, podemos sentir a los propios habitantes de estas ciudades, por el otro percibir la importancia inmaterial de su patrimonio”, indicó Carmen Luz Baso, que destacó el importante trabajo de este fotógrafo.
Por su parte, la consejera delegada de Acción Exterior, Liskel Álvarez, agradeció la posibilidad de exponer en la Casa Lercaro, un edificio tan representativo de la historia de la ciudad de La Laguna, que al igual que Chinguetti y Oudane, comparte la categoría de ser Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Para Álvarez “este tipo de exposiciones nos acercan más al continente y sirven de vehículo de formación sobre África, países y ciudades tan cercanos geográficamente pero que a veces se encuentra demasiado alejados de nuestra propia realidad”.
Se trata de una muestra fotográfica del artista Miguel Lizana sobre las ciudades de Chinguetti y Ouadane, localidades del desierto mauritano a través de las gentes que las habitan.
Además, la exposición transmite la labor de cooperación para la protección de las colecciones de manuscritos conservadas por varias familias de Chinguetti y Ouadane. Estos manuscritos formaban parte de las mercancías portadas por las caravanas que atravesaban el Sáhara, constituyendo así un medio de transmisión del saber. Se conservan textos coránicos, jurídicos, poesías y manuales de gramáticas; algunos son copias de originales hoy perdidos, incluso de autores andalusíes. Son memoria de un pasado nómada y de fluidos intercambios culturales. Hoy Chinguetti y Ouadane están incluidas en la lista de Patrimonio Mundial de UNESCO, por su valor para mostrarnos unas formas de vida de plena integración del ser humano en el medioambiente en el que vive.
La Cooperación Española, a través del Programa de Patrimonio para el Desarrollo de AECID, apoya la conservación y digitalización de estas colecciones en un proyecto basado en la participación, el aprendizaje y el traspaso de conocimientos entre generaciones.
La exposición de fotografías se completa con una película documental donde los propios protagonistas nos cuentan las claves del proyecto.