El Cabildo de Tenerife, a través del área de Planificación del Territorio, Patrimonio Histórico y Turismo, que dirige José Gregorio Martín Plata, iniciará hoy las obras de acondicionamiento del camino de Punta Blanca, entre los núcleos de Alcalá y Varadero, en sus fases 3, 4 y 5, en Guía de Isora.
Martín Plata ha expresado que esta actuación, que supondrá una inversión de 583.299,80 euros procedentes de una subvención del Gobierno de Canarias, tendrá una duración de cinco meses e “incluirá notables mejoras en el entorno de esta zona costera, como la construcción de una senda deportiva de zahorra o una rampa de tres metros de ancho a la playa, lo que la convertirá en un lugar más accesible”.
Por su parte, la alcaldesa del municipio, Josefa Mesa, ha expresado su satisfacción por el inicio de esta obra –continuidad de las fases 1 y 2, ejecutadas también por el Cabildo, a través del área de Cooperación Municipal y Vivienda- que “tendrá como resultado un trayecto más cómodo, con zonas de descanso y de mayor acceso para los bañistas y deportistas, en una zona que además es especialmente valorada por el colectivo de surfistas», añade Mesa.
La playa contará también con una grada de hormigón con tarima de madera se presenta como una de las mejoras más esperadas por la población, de tal manera que esta zona de baño se convierta en un atractivo más para el turismo y la población local; mientras que el camino dispondrá de tres miradores con bancos o escaleras de acceso.
La obra, que ha sido adjudicada a la empresa Desarolla Obras y Servicios SL y cuya acta de replanteo fue rubricada el pasado viernes, supondrá, por otra parte, la generación del entorno del camino mediante diferentes acciones, entre las que se encuentra la plantación de especies autóctonas cuyo arraigo se asegurará al comienzo con la instalación de una red de riego a base de goteo.
Por último, se realizará una actuación sobre el muro de hormigón ubicado cerca del rompiente del mar y en el que se ha generado una cueva por la erosión del mismo. De tal forma que se prevé el refuerzo del mismo con una escollera de cinco toneladas, derrumbando el muro previo.