El consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, Javier Rodríguez Medina, ha visitado esta mañana las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales Urbanas (Edaru) del Valle de Güímar y de la Estación de Aguas Residuales Industriales del Polígono Industrial de Güímar, infraestructuras que entrarán en funcionamiento durante el año 2021.
Acompañado del gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf), Javier Davara, y de técnicos de esta entidad, el consejero insular supervisó los trabajos que se ejecutan en ambas instalaciones y que cuentan con una inversión conjunta de casi 20 millones de euros. En el caso de la Edaru, las obras concluirán en el mes de diciembre, y en enero comenzarán las pruebas pertinentes para su puesta en marcha a partir de abril, mientras que en la Edari, finalizarán en octubre.
“Estas dos obras dan respuesta a las necesidades de depuración de la zona y se enmarcan en la estrategia que hemos trazado en el Cabildo de Tenerife para acabar definitivamente con la compleja situación de los vertidos no solo en esta comarca, sino en el resto de la isla. Canarias es la región de Europa que mayor sanciones acumula por no tratar de forma adecuada nuestras aguas residuales. Por eso, desde el Cabildo estamos decididos a cambiar esta tendencia en toda la isla”, remarcó el consejero, quien recordó que a estas actuaciones que se realizan en el Valle de Güímar se unen las que están contempladas en el convenio firmado con la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), que supondrá una inversión de 170 millones de euros y dotará a las zonas de Granadilla de Abona, Tenerife Oeste (Santiago del Teide y Guía de Isora), Arona Este-San Miguel, la comarca de Acentejo y el Valle de La Orotava de un sistema de saneamiento y depuración integral.
Asimismo, Rodríguez Medina resaltó la importancia que tendrá el agua regenerada que salga de la Edaru del Valle de Güímar como recurso hídrico para el ámbito agrario de esta comarca.
Por su parte, el gerente del Ciatf explicó que la Edaru, cuyas obras se retrasaron con respecto a los plazos previstos en un principio, especialmente por la llegada de la pandemia, es una depuradora de última generación, con biorreactores de membrana, “lo que supondrá que el agua regenerada resultante sea de calidad y adecuada perfectamente para el uso de riego agrícola del que se beneficiaría toda la comarca”. Davara apuntó que la capacidad de tratamiento de esta planta depuradora, en la que se han invertido unos 12,3 millones de euros, “será de 7.500 metros cúbicos al día, ampliables a 10.000”. El gerente del Ciatf indicó que una vez entre en funcionamiento la Edaru se estará en disposición de recibir aguas residuales por parte de los municipios de la zona. Quedan también por ejecutar otras actuaciones complementarias cuyos proyectos están ya redactados, como estaciones de bombeo o colectores.
Por lo que respecta a la Edari, ubicada en el Polígono Industrial de Güímar, las obras que allí se ejecutan cuentan con un presupuesto que ronda los seis millones de euros y está previsto que finalicen en octubre del año próximo. Davara destacó que se trata da la primera planta depuradora de aguas residuales de carácter industrial de Canarias y contará con una capacidad de tratamiento de unos 1.350 metros cúbicos al día.