La Laguna acomete labores de conservación preventiva para preservar el Pendón Real

La Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Laguna ha llevado a cabo labores de conservación preventiva para preservar el Pendón Real de la ciudad, custodiado en los Salones Nobles del Consistorio. Las especialistas Patricia Padrón y Candelaria González han sido las encargadas de realizar una aspiración a toda la pieza, de limpiar la vitrina y de examinar su estado actual, después de los trabajos de restauración acometidos en 2008. La principal conclusión que extraen de esta revisión es que todos sus elementos se encuentran en buen estado, tanto la tela como el soporte, aunque desde el área, no obstante, se contemplan nuevas mejoras para proteger la insignia de las condiciones ambientales.

El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, destaca que La Laguna “guarda joyas patrimoniales que van más allá de sus inmuebles y monumentos y que también debemos salvaguardar y ponerlas en valor. Estamos hablando de un bien de incalculable valor, no solo desde el punto de vista patrimonial y cultural, sino también por su historia y por suponer un símbolo para nuestra ciudad”, subraya.

Tanto el regidor como la concejala de Patrimonio Histórico, Elvira Jorge, resaltan el esfuerzo que desde el Ayuntamiento se viene realizando para recuperar, conservar y proteger los bienes de interés cultural que existen en el municipio, como sitios históricos, zonas arqueológicas, patrimonio intangible, etcétera. “Como ciudad Patrimonio de la Humanidad, desde el equipo de Gobierno tenemos el deber de salvaguardar toda su riqueza, como estamos haciendo con las obras de consolidación de las ruinas de la iglesia de San Agustín y con labores preventivas como esta, entre otras muchas actuaciones, y seguiremos trabajando en esta línea”, agrega Luis Yeray Gutiérrez.

Por su parte, la edil resalta la “gran importancia” que tiene la actuación llevada a cabo para cuidar del Pendón Real, muestra de la “clara apuesta de la Concejalía por la conservación preventiva”. Un tipo de intervención “esencial de cara a mantener en las máximas garantías la preservación de un bien de tanto interés, tanto a nivel patrimonial como histórico, de ahí que se solicitara a la empresa que viniera a ver cuál era el estado actual de la pieza”.

Elvira Jorge, además, informa de que “también hemos pedido que se analicen y se trasladen las medidas a tomar para reforzar su conservación, porque es un legado de gran relevancia y muy representativo para la ciudad que tenemos que continuar manteniendo y transmitiendo”.

Las restauradoras Patricia Padrón y Candelaria González explican que “lo ideal para hacer un correcto seguimiento” es hacer este tipo de revisiones, que también incluyen labores de mantenimiento, cada dos años. Desde 2008 hasta hoy, “podemos decir que el estado de conservación es bueno. No ha empeorado ni se ha descolgado la pieza y la pequeña decoloración que ya estaba no ha ido a más; no ha habido cambios y eso es importante, porque serían irreversibles”, apuntaron.

Características

El Pendón Real es una pieza textil rectangular, de 1,55 x 2,54 metros aproximadamente, formada por cuatro elementos cosidos de damasco de seda natural rojo y decorada con flores de loto  y con bordados aplicados.

En su centro lleva bordado el escudo grande de España, timbrado de corona real y rodeado del Toisóde oro del siglo XVII. En el ángulo superior derecho fue pegada una pieza de tela más antigua, probablemente, la parte figurada de un estandarte anterior que el tiempo y el uso habrían deteriorado. Este blasón está formado de recortes de telas de diversos colores (tafetanes y tisúes) y  bordados de aplicación con hilos de plata y oro.

El historiador Leopoldo de La Rosa Olivera, en su condición de cronista oficial de La Laguna, señalaba el 15 de febrero de 1982 que la composición de esta pieza textil pudo ser el resultado de una restauración llevada a cabo en el siglo XVIII. Una de las hipótesis de trabajo planteadas es que se trate de un estandarte que portara consigo Alonso Fernández de Lugo en los momentos de la conquista de Tenerife de 1496, aunque, por la iconografía comentada, sí puede pertenecer a los tiempos a los que corresponden sus emblemas, como señala el historiador Elías Serra Rafols.