Los vínculos entre ciudad y universidad y la necesidad de “intensificar aún más esta relación” han sido el hilo conductor del pregón de las Fiestas del Cristo que este jueves ha sido leído por la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar. El acto, que marca de manera oficial el comienzo de los festejos, contó con la presencia en el Salón de Plenos del Ayuntamiento del presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, el esclavo mayor de la Esclavitud del Cristo, Francisco Doblas, y los miembros de la Corporación municipal, entre otras personalidades.

El alcalde de La Laguna saludó a la pregonera como “una lagunera de adopción que representa los mejores valores de nuestra ciudad, al saber combinar en perfecto equilibrio la inquietud por el entorno más cercano y su vocación universal, una de las señas de identidad de esta ciudad declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad”.

Rosa Aguilar es también, aseguró el alcalde, “un vivo ejemplo para miles de mujeres que luchan por reivindicar una igualdad plena y aspiran a desempeñar puestos de máxima responsabilidad. La Laguna se honra de tenerla como pregonera de las fiestas del Cristo, que son expresión popular de un pueblo abierto, solidario, que ama la cultura, y lucha por la igualdad plena”. 

“Las fiestas del Cristo traspasan todas las barreras para hacer de esta ciudad un lugar donde vecinos y visitantes comparten en nuestras calles devoción, encuentros con la fe, emoción, el encuentro con nuestras tradiciones y, al mismo tiempo, una mirada de ilusión hacia el futuro”, expresó por su parte el presidente del Parlamento de Canarias, quien felicitó a la pregonera “por el enorme honor de la responsabilidad que asume hoy”. 

El binomio universidad-ciudad, “un asunto que para mí es de máxima actualidad y trascendencia”, centraron la mayor parte del pregón. Rosa Aguilar defendió el papel histórico de las universidades como “espacios de debate libre en los que se pueden cuestionar las verdades establecidas para obtener así una comprensión más profunda de la realidad. Aportamos conocimiento y cultura que hacen desarrollo. Y ese conocimiento puede tener una orientación general o universal, pero también local acerca de cuestiones próximas”, señaló.

Y puso como ejemplo los estudios universitarios en torno al “origen y la llegada a La Laguna de la flamante escultura del Cristo” que estaba “envuelta en una nebulosa de leyendas, hasta que las investigaciones del catedrático Francisco Galante nos iluminaron con detalle al respecto. Y nos aportaron el conocimiento sobre el ingreso en la ciudad de la escultura flamenca que se convirtió en el icono y fuente de devoción a causa de su enorme dimensión social, y también a una acertada conjugación entre arte y espiritualidad”.

La pregonera reivindicó “el papel que las universidades tienen en la dinamización social, cultural y económica de las ciudades”, y defendió su doble condición de “servicio público bien conectado globalmente, con grandes líneas de colaboración internacional” y al mismo tiempo, como “instrumento único para contribuir a la transformación del entorno más inmediato, local o regional”. E insistió en que, al mismo tiempo que las universidades “hemos de responder a retos globales”, se trata de instituciones interesadas “por los problemas y retos de nuestra tierra” y puso como ejemplo los trabajos científicos desarrollados con motivo de la erupción de La Palma.

“Lo mismo podría decirse de esta isla de Tenerife, donde trabajamos con los barrios del municipio de La Laguna en su desarrollo, en nuevas formas de búsqueda de empleo, en la capacitación de aquellos que menos formación han tenido, ayudándoles a construir sus propios espacios públicos y de decisión”, continuó, ahondando en la idea de que “esa preocupación por el desarrollo local es algo que también queremos que forme parte de la formación nuestros universitarios y universitarias, más allá de sus competencias académicas”.  

Rosa Aguilar subrayó además “la importancia del alumnado universitario en los cambios culturales en muchas ciudades, como es el caso de La Laguna. Miles de jóvenes proponen ideas, crean sinergias entre colectivos, construyen nuevas formas de pensar y de hacer, de tal modo que la ciudad se adapta a sus demandas, ofrece nuevos servicios e intenta de alguna manera captar su atención”.

Haciendo hincapié en esta idea, la pregonera declaró que “La Laguna crece con su universidad y sus universitarios, se imbuye de ellos y de ellas, combina sus prioridades con las de un público joven, ansioso de propuestas culturales y de ocio, pero también de nuevas estructuras para relacionarse entre sí, para crecer juntos”.

Para la pregonera, la simbiosis entre universidad y ciudad “se produce en plena transformación de ambas. Porque este siglo XXI está destinado a ser el siglo del cambio, el siglo de las personas y la sostenibilidad, tanto para la universidad como para la ciudad”.

“Si queremos generar empleos cualificados para nuestros jóvenes y favorecer el desarrollo sostenible, hemos de preparar a nuestro municipio para ello, con infraestructuras potentes y con cualificación profesional adecuada. Para todo ello, tendrán a la Universidad de La Laguna como un aliado fiel y responsable”, expresó.

Finalmente, Rosa Aguilar quiso insistir en los estrechos vínculos de la institución académica con la ciudad. “Aunque la Universidad de La Laguna disponga de campus dispersos, no queremos irnos de La Laguna. No queremos desconexión, más bien al contrario. Queremos ofrecer a esta extraordinaria ciudad todo lo que somos y todo lo que hacemos, deseamos que nuestros estudiantes la conozcan y la vivan intensamente, que nuestros egresados la hagan crecer con sus propuestas profesionales, que nuestros investigadores, desde las diversas áreas de conocimiento sigan trabajando, en ella y por ella”, concluyó.

El conjunto Dalek Dúo, formado por el simplista David Duque y el guitarrista Luis Alejandro García, fue el encargado de cerrar la sesión con una breve actuación musical.