El equipo de Gobierno de Arico celebra que finalmente se descarte los tratamientos térmicos (pirólisis, gasificación y plasma) para el tratamiento de 130.000 toneladas anuales de residuos, defendido reiteradamente por el Cabildo de Tenerife y su consejero Javier Rodríguez y que se incluía en el pliego del concurso para la adjudicación de la nueva planta de residuos. A pesar de ello seguimos mostrando nuestra preocupación, ya que se siguen enterrando al día de hoy cerca de 600.000 toneladas de basura en Arico.
La UTE adjudicataria opta por centrarse en el reciclaje y operaciones de tratamiento por biodegradación de materia orgánica lo que resultará más beneficioso para el medio ambiente y el municipio. En estos procesos, en ausencia de oxígeno y a lo largo de varias etapas intervienen microorganismos y permite transformar la fracción más degradable de la materia orgánica en biogás, una mezcla de gases formada principalmente por metano y dióxido de carbono y por otros en menor proporción.
En su momento el Pleno del Cabildo aprobó por mayoría, con los votos de CC, PP y Si Podemos Canarias, la suspensión de la licitación por incluir la incineración entre los procesos de la nueva planta al estar en contra de la voluntad mayoritaria de la sociedad expresada en las reuniones celebradas con AA.VV. y colectivos del municipio, ni en el Ayuntamiento de Arico ni las asociaciones ecologistas estaban de acuerdo con la instalación de la incineradora.
El alcalde del municipio, Sebastián Martín, asegura que “es una victoria para el municipio de Arico, pues se descarta un tratamiento de la basura potencialmente dañino para el medio ambiente. El Cabildo debe de entender que apostamos por el reciclaje, que debe velar también por los habitantes de Arico y que estos merecen consensos y acuerdos no imposiciones”.
El Grupo de Gobierno de Arico siempre se mostró en contra de instalar una “incineradora” en el Complejo Ambiental, algo que se enteraron a través de los medios de comunicación y se mantendrá vigilante por si finalmente se desdicen y optan por los tratamientos térmicos en contra de lo defendido en el municipio, ”ya que la instalación de esta planta deberá obtener las licencias municipales y los oportunos estudios de impacto ambiental”.