Triunfo canarista incontestable ante el Obradoiro

Una victoria para enmarcar. El Iberostar Tenerife festejó este sábado su undécima alegría liguera ¡en doce partidos! al imponerse de forma contundente al Monbus Obradoiro (107-62). En un partido con varios registros top para la historia aurinegra en la élite (http://www.acb.com/articulo/ver/175461-tercer-triunfo-mas-amplio-del-iberostar-tenerife.html) (fue su tercera ventaja más amplia), el grupo de Txus Vidorreta firmó una nueva y meritoria exhibición coral.

Seis jugadores en dobles dígitos de valoración, tres de ellos (Gio, Huertas y Cavanaugh) por encima de los veinte créditos; un enorme trabajo defensivo; el control absoluto del rebote (35 capturas por las 16 de los gallegos) y el criterio y la solidaridad con la que los tinerfeños movieron el balón (25 asistencias) explican en parte un triunfo incontestable.

Sorprendió de inicio el conjunto gallego con una defensa de cambios múltiples e intentó coger las riendas del choque desde el 6,75 con dos aciertos de Czerapowicz y Robertson en los primeros minutos (2-3, 8-6). Sin embargo, el Canarias impuso su calidad de manera progresiva, se empleó con eficacia atrás y amarró bien la batalla del rebote.

Los aurinegros comenzaron a anotar con confianza (6/7 en tiros de dos camino del segundo cuarto) y la irrupción de su segunda unidad supuso además un espaldarazo de lo más fiable a su plan de partido (14 puntos de los primeros 25 de los canaristas salieron desde el banquillo). Con Birutis, segundo jugador más valorado de la liga, muy bien sujeto, el Monbus comenzaba a sufrir el repertorio de virtudes insulares.

El buen hacer de Shermadini en la pintura (22 de valoración ya al descanso); la magia de Marcelinho en la dirección y un arreón de Tyler Cavanaugh en los dos minutos previos al receso para monopolizar un parcial de 10-0 llevaron al Iberostar Tenerife al intermedio con un holgado 55-38.

El caso es que a la vuelta de vestuarios, el Canarias puso ya su velocidad de crucero para desarbolar a un rival que no encontró la fórmula para contrarrestar el vendaval aurinegro. La inspiración de Sasu Salin desde el triple (tres consecutivos par estirar la renta hasta el 68-45); varias acciones de mérito de Fran Guerra  y la fluidez ofensiva de todo el grupo dispararon a los laguneros en el electrónico (87-56).

Con Robertson bien maniatado, el Obra apenas pudo agarrarse a la reaparición de Mike Daum y a la intensidad de Enoch para intentar frenar el buen juego aurinegro, insuficiente en cualquier caso para frenar ya a un Iberostar Tenerife desatado, que siguió sumando argumentos a la causa. Irrumpió entonces la buena mano de Spencer Butterfield (4/4 en triples) para alargar aún más la ventaja de los anfitriones (99-58, min. 35).

El festival aurinegro (¡146 de valoración final!) permitió incluso el estreno en la Liga Endesa del vinculado Danilo Brnovic, como guinda a una gran actuación coral. Un triunfo que consolida a los de Txus Vidorreta en la zona de privilegio de la clasificación y endulza todavía más un inicio histórico de temporada (11/1).