La compañía Auguste-Bienvenue, formada por los bailarines y coreógrafos de Burkina Faso (África), Bienvenue Bazié y Auguste Ouédraogo, protagonizarán la danza de la trigésimo quinta edición del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes, que se celebrará del 11 al 16 de octubre y se desarrollará en diversos espacios escénicos y plazas del municipio de Agüímes.


Bienvenidos de nuevo al Festival del Sur – Encuentro teatral 3 continentes. Para empezar… ¿Qué intenta la compañía Auguste-Bienvenue con sus representaciones?

Les damos las gracias por la invitación a la 35ª edición del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes, del que nos hemos convertido en habituales. Es la tercera vez que nos han invitado y es siempre un gran placer estar en esta tierra y compartir nuestro arte con ustedes. Siempre hemos sido bien acogidos, con mucha humanidad y humildad. Nos sentimos en Agüimes como en nuestra casa. Era importante señalar esto antes de responder directamente a su pregunta.

Nuestra ambición sigue siendo la misma: dar a la creación coreográfica un papel dentro del cambio social, trascender a las culturas a través de nuestras creaciones coreográficas, pero también abrir la danza contemporánea a nuevos actores y dar a conocer al público la forma coreográfica.

Vienen a Agüimes a representar ‘Traces’ en la que combinan danza con diferentes materiales, texturas, juego de luces y sincronización de movimientos. ¿Cómo nace ‘Traces’? 

Todo comenzó en 2006 cuando conocimos a Jacques Pibot, un artista plástico enamorado de Burkina Faso y, sobre todo, de la arquitectura de Kasséna, que destaca por sus murales geométricos.

De este encuentro nació la idea de mezclar nuestras disciplinas artísticas con la conciencia de las limitaciones que pueden existir. ¿Cómo se puede bailar, dialogar con elementos plásticos sin caer en una exposición de decorados fijos, cuadros o construcciones que no se asocian a la danza? Cómo conocer lo que no sabemos realmente, lo que no dominamos?. 

A este primer encuentro le siguieron una serie de reuniones con tres de los artistas plásticos de la asociación Le Géni de la Bastille, Lilane Maurin, Jean Chazy y el propio Jacques Pibot. 

Crear un encuentro real entre la danza y las artes plásticas era el verdadero desafío de este proyecto. 

 ¿Qué quieren expresar y transmitir con `Traces´

A diferencia de la mayoría de nuestras obras, en las que el tema guía la elección de nuestros colaboradores, con ‘Traces’ el encuentro convocó el tema a tratar. Este encuentro con los artistas plásticos y sus obras evocó en nosotros, bailarines y coreógrafos, la cuestión de las huellas. Las huellas de nuestra danza, o incluso de nuestra historia como bailarines y como compañía.

Si ciertas huellas son visibles, como las de las artes plásticas, ¿Dónde están las del bailarín cuando baila o al final de su actuación? A partir de estas preguntas y reflexiones hemos centrado nuestro trabajo en lo que existe de visible e invisible. 

Nuestros movimientos atraviesan el espacio, ocupándolo sin dejar huellas.

En “Traces”, trabajamos con el material para escribir, dejar y hacer descubrir las huellas.

La mayoría de nuestros movimientos dejan huellas que no son visibles a simple vista. Nuestros movimientos atraviesan el espacio, lo ocupan sin dejar necesariamente huellas, pero en general dejan un camino que puede ser recordado.

¿La energía, la delicadeza que podamos tener, las caricias o los golpes que podamos dar o recibir en algún lugar del espacio dejan marcas visibles? Si todas estas huellas fueran visibles, ¿Qué escritura se nos revelaría ante nuestros ojos?

¿Con qué material y sobre qué material? El planteamiento de todo bailarín ¿No sería dejar una escritura coreográfica grabada en el suelo? Visible para ser leída como un libro abierto.

¿Qué es para ustedes la expresión del cuerpo?

Es la forma, la posibilidad de expresarse a través de un medio que es el cuerpo. Decir a través del cuerpo lo que las palabras no pueden expresar. Este lenguaje es difícil de explicar, ya que simplemente se experimenta. Es un lenguaje con una dimensión universal.

¿Nos podrían hablar de Engagement Féminin? ¿Qué importancia tiene el programa para las mujeres de Burkina Faso en general y para aquellas amantes de la danza en particular?

Engagement Féminin es un programa de formación y de laboratorios de danza. Enseñanzas teóricas y prácticas sobre la profesión de la danza. Un marco que fomenta la profesionalización de las bailarinas africanas a través de los distintos cursos de formación que se les ofrecen y que son impartidos cada año por mujeres profesionales de la danza, de la administración, del teatro, de la técnica, etc.

Este programa está abierto a toda África y a cualquier bailarina que desee convertirse en profesional. También ofrece la posibilidad de una residencia de creación y el apoyo a la realización de proyectos personales, así como la oportunidad de colaborar con coreógrafos de otros continentes.  

En sus 14 años de existencia, Engagement Féminin ha acogido a más de 100 bailarinas de 16 países africanos. 8 proyectos coreográficos de bailarinas, 3 espectáculos escritos con 12 bailarinas, giras nacionales e internacionales entre 2010 y 2018.  Algunas de las alumnas en prácticas de las primeras ediciones son ahora formadoras e intervienen en Engagement Féminin. Transmiten sus conocimientos y habilidades a las bailarinas que empiezan.

¿Hay algo en lo que estén trabajando y quieran ofrecer un adelanto a los lectores canarios amantes de la danza?

Acabamos de producir y presentar nuestra nueva pieza coreográfica «Monsieur vs ou + = Madame» en la 32ª edición del Festival Le Temps d’Aimer la Danse en Biarritz y en la 21ª edición del Festival Cadences en Arcachon, que reúne a 6 bailarines, cantantes, músicos y slammers. Estamos trabajando en la distribución de la obra para darle mayor visibilidad, puesto que plantea la problemática de las relaciones entre hombres y mujeres, apelando a referencias históricas para comprender la evolución de las misma y lo que son hoy en día, sin ninguna pretensión de aportar soluciones. Es una propuesta meditativa a través de la danza, intercalada con textos y citas originales. Una propuesta que trata sobre las relaciones, las parejas, la complementariedad. Después de esta producción, tenemos previsto crear una pieza mucho más grande (en cuanto al número de intérpretes) en colaboración con un compositor, un dramaturgo y sus estructuras. Un proyecto apoyado por tres entidades. Los tríos de cuerda violín, viola y violonchelo; la percusión (batería, piano, balafón); los bailarines; un clarinete y la voz en off, son el soporte de este espectáculo que pensamos producir en 2024.

¿Qué le dirían al público que por primera vez se sienta a vivir su espectáculo? 

Para nosotros este espectáculo multidisciplinar supone explorar la materia física y también invisible, que el público va a poder descubrir a través del dispositivo que instalamos en el escenario. Hay varios lenguajes como la danza, la instalación plástica, la música. Son elementos que van a permitir que el espectador se sumerja en el espectáculo. Es un libro abierto donde cada uno podrá proyectar sus emociones, una historia que se va escribiendo. Así que esperamos que vengan muchos espectadores.