El Cabildo de Tenerife ha comenzado ya la segunda fase de la obra del nuevo dique de Bajamar, tras la colocación de los 510 prismas que comenzaron a construirse a principios de verano y que se empezaron a ubicar anexos al primigenio a mediados de agosto, cumpliendo con los plazos previamente establecidos para dotar a esta zona del municipio de La Laguna de una mayor seguridad.

La directora insular de Turismo, Laura Castro, ha asegurado que, “a partir de ahora, el acceso a las calles para vehículos y peatones no se verá tan restringido como durante la entrada y salida de bloques”. Del mismo modo que, añadió, “ya se ha podido comenzar a actuar en el espigón de hormigón, cuyo estado es muy deficitario y que, hasta ahora, había sido insuficiente para paliar los embates del mar en la zona”. 

Expuso que, “el siguiente paso, además de asegurar el primer dique, será mejorar la accesibilidad al mar, a través de un graderío que permitirá a usuarios y usuarias acceder desde el propio dique hasta la playa, pero también disponer de un solárium de hormigón”. En definitiva, “Bajamar volverá a ser un lugar de encuentro de todas las personas asiduas y visitantes esporádicos”.

Por otro lado, agradeció a los vecinos y vecinas su comprensión durante la obra y reiteró que “los trabajos se están llevando a cabo en tiempo y forma, por lo que esperamos que antes de final de año podamos venir a comunicarles que ya el problema de embates del mar, que llevaban años sufriendo, por fin, ha quedado solventado y esta zona de La Laguna cuenta con una zona de baño segura y accesible”.  

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, agradeció al Cabildo de Tenerife y a las personas que están trabajando en la construcción del dique “el esfuerzo realizado para que hoy podamos celebrar la colocación del último bloque el pasado viernes. Cada vez estamos más cerca de poder cumplir con una demanda vecinal histórica y de garantizar la protección de esta parte del litoral, una de las joyas de nuestro municipio que durante años ha sufrido cierto abandono”.

El regidor local mostró su confianza en que los trabajos principales para mejorar el funcionamiento de la estructura queden culminados antes de que finalice el año, cuando “los embates del mar ya tienen mayor fuerza”, y puso en valor “la comprensión de la ciudadanía ante las molestias que han podido causar las obras durante este verano”. 

Luis Yeray Gutiérrez recordó que el Ayuntamiento “mantendrá la mano tendida al Cabildo para facilitar la ejecución de este proyecto en su totalidad, con una segunda fase centrada en las tareas de remate y de acondicionamiento, con el fin de que este entorno tan emblemático quede rehabilitado”.

Las obras de colocación de los prismas del nuevo dique comenzaron a mediados de agosto, tras declararse la urgencia de la intervención por parte del Cabildo de Tenerife, licitarla y adjudicarla  a la empresa Satocan por importe de 2.013.798 euros. La previsión es que la playa permanezca cerrada mientras se ejecuten las obras y que las piscinas continúen abiertas.