El Ayuntamiento de La Laguna, a través de la Concejalía de Juventud, Educación y Desarrollo Local, que dirige José Juan Gavilán, ha solicitado formalmente al Cabildo de Tenerife la cesión de la finca Estévanez-Borges, en el barrio de Gracia, para abrir la primera Casa de la Juventud del municipio integrada en la Red Insular. Este espacio, recientemente rehabilitado, “cuenta con un gran potencial para el desarrollo de actividades formativas, de impulso a la cultura juvenil y el trabajo en jornadas y acciones desarrolladas desde y para la población joven, un lugar que podría convertirse en el semillero de ideas para el Tenerife del futuro y para el progreso cultural, social y solidario de la juventud del municipio, siguiendo la estela de las tertulias decimonónicas que se celebraban en esta casona y adaptándolas a la realidad compleja y cambiante del siglo XXI”, destaca el edil.
La Concejalía de Juventud remitió la solicitud de este convenio de cesión el pasado 22 de febrero, tras mantener una reunión con la directora insular de Juventud, Isabel Bello, en la que se abordaron este y otros asuntos, un encuentro en el que “hemos compartido estrategias y encontrado importantes puntos de acuerdo”. En el encuentro, se planteó esta importante demanda histórica del municipio y la necesidad de contar con una instalación “muy requerida por nuestra población joven, que se ha visto afectada en muy poco tiempo por varias crisis sociales, económicas, laborales y socioafectivas, y que solicitan apoyo a las administraciones públicas para superar esta situación”, explica Gavilán.
En este sentido, el concejal recuerda que las Casas de la Juventud son “espacios de reflexión, trabajo y participación de la juventud, además de lugares donde el fomento de la creatividad, la cultura joven y el debate forman parte del día a día de este tipo de centros. El Ayuntamiento de La Laguna se ha marcado como objetivo una acción centrada en la puesta en valor de las y los jóvenes, tanto residentes habituales como ocasionales al ser ciudad de acogida, así como la búsqueda de canales de participación, formación e información. Hasta el momento, hemos usado para ello los espacios educativos formales, pero también los lugares destinados para la participación vecinal, como la Red de Centros Ciudadanos y otras edificaciones públicas con uso similar”.
Así, en la búsqueda de un espacio adecuado para esta actividad, “entendemos que la casa Estévanez-Borges podría ser un emplazamiento oportuno para una actividad de estas características, al tratarse de un edificio de titularidad pública recientemente renovado y que, en la actualidad, no tiene actividad concreta. Además, avala su idoneidad que el espacio destinado al público joven de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad pueda ser un lugar declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), con lo que aúna a sus valores el sentimiento de orgullo por su patrimonio para la población joven lagunera”, destaca el edil.
La casona Estévanez-Borges, propiedad del Cabildo, se encuentra en el 112 de la avenida lagunera de Los Menceyes. El valor de este emplazamiento para dedicarlo a Casa de la Juventud aumenta por su ubicación, junto a la parada del tranvía de Gracia, al lado del Campus de Guajara de la Universidad de La Laguna y cerca de centros educativos como el IES Domingo Pérez Minik o el CEIP Clorinda Salazar, a los que se suman los IES La Laboral y Viera y Clavijo, ubicados a poco más de un kilómetro de distancia.
La Laguna cuenta con una población de más de 157.000 habitantes y la presencia de importantes núcleos de población juvenil flotante, vinculados con la actividad académica de las dos universidades con sede en el municipio (ULL y UNED). Se trata del único municipio de Canarias con estas características, a lo que se suma la importante y extensa red de centros educativos de secundaria y formación profesional del municipio, con la singularidad de que La Laguna alberga el único instituto de Canarias que asume todas las especialidades formativas.
Casi dos siglos de historia, cultura y tertulias.
La casa Estévanez-Borges, catalogada BIC como Sitio Histórico por el Decreto 58/2014, de 29 de mayo, alojó a personajes históricos de la categoría de Berthelot, O’Donell, Blasco Ibáñez o Coquet. Además, acogió las famosas tertulias promovidas por los hermanos Estévanez Murphy y en las que participaban habitualmente personalidades de la talla de Valentín Sanz, Agustín Guimerá, Ramón Gil-Roldán, Teobaldo Power, Alfonso Dugour y otros.
La casa fue construida entre 1733 y 1735 por un miembro de la familia Meade, ilustre linaje de ascendencia irlandesa. Uno de sus integrantes más destacados fue José Murphy y Meade, político tinerfeño que consiguió la capitalidad del Archipiélago para Santa Cruz y que pasó largas temporadas en esta residencia de campo.
No obstante, fueron sus sobrinos, Nicolás y Patricio Estévanez Murphy, dos de las personalidades políticas y culturales más sobresalientes en el panorama local y nacional del siglo XIX y principios del XX, los que tuvieron una mayor vinculación con la casa.
Nicolás fue militar de carrera y llegó a ser ministro de la Guerra durante unos pocos meses de 1873. Con la restauración monárquica, se exilió en diversos lugares de Europa y América, para volver a Madrid a finales del siglo XIX y continuar con su carrera política como diputado republicano. Murió en París en 1914, mientras prestaba servicio al gobierno francés en los primeros momentos de la Primera Guerra Mundial.
Patricio Estévanez fue periodista y literato, y ejerció una notable influencia en la política y la sociedad canarias de su tiempo. Director de la Ilustración de Canarias entre 1882 y 1884, pasó a dirigir el Diario de Tenerife entre 1886 y 1917. Consejero electo del primer Cabildo tinerfeño en 1913, fue miembro de la Real Academia de la Historia y promotor del Hospital de Niños propuesto por el doctor Guigou. Murió en 1926 y residió siempre en esta casa de Gracia, con mucha vinculación a la cercana ermita homónima.
Otro personaje destacado vinculado a la historia de la casa fue Francisco Borges Salas, yerno de Patricio y uno de los artistas contemporáneos más destacados del Archipiélago. Además de su profesión como docente en la Escuela de Artes y Oficios, fue el autor de diversos grupos escultóricos, entre los que destaca el ubicado en el centro del Parque García Sanabria.