Todas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife han establecido seis líneas estratégicas para retomar la normalidad en el municipio tras la crisis sanitaria de la COVID-19. El documento ‘Santa Cruz ante una nueva realidad’ se presenta como un punto de partida participativo para el análisis del futuro de la ciudad. Este pivota en media docena de ejes los retos a los que se enfrenta la capital en los próximos años.
El segundo teniente de alcaldesa, José Ángel Martín, explica que el documento está abierto a posibles aportaciones de todos los agentes del municipio. “Se trata de que no ya el Ayuntamiento, ni las empresas o las organizaciones de cualquier tipo, sino que sea toda la ciudadanía de Santa Cruz de Tenerife quien salga más fuerte de esta situación”, explica el edil. Con este objetivo se ha planteado un documento que, tras consultarlo con los partidos políticos presentes en el Consistorio, se abre a las aportaciones del resto de la sociedad.
El primer apartado, “Hacia unos nuevos presupuestos. Medidas fiscales”, incide en el frenazo en seco de todas las economías a escala mundial que ha supuesto la irrupción de la COVID-19. A nivel municipal, la situación económica ha mermado considerablemente dos de las tres principales fuentes de ingresos. Los fondos procedentes del Estado y de la Comunidad Autónoma a través del REF han caído en torno al 50%, lo que supone una reducción cercana a los 60 millones de euros en este 2020, tocando también los ejercicios presupuestarios de 2021 y 2022.
Para la parte de “Reformas normativas y procedimientos más ágiles”, se proyecta que la nueva realidad llevará aparejado un periodo de análisis y comprensión de las futuras necesidades a las que Santa Cruz de Tenerife se tendrá que enfrentar. Fruto de ese análisis, se propone adecuar el entorno normativo y los procedimientos administrativos a una situación cambiante y dinámica.
La “Organización interna” también requiere cambios en asuntos como higiene y seguridad en el trabajo; redefinición de las oficinas y espacios municipales; la implantación del teletrabajo y el expediente electrónico; la celebración de sesiones telemáticas de los órganos de gobierno con la seguridad jurídica debida; además de garantizar el voto no presencial.
Otra de las cuestiones que deja la actual crisis sanitaria es la “Nueva realidad Social” en la atención a las personas. Con este fin, se hace necesaria la reorganización de la estructura administrativa y técnica del IMAS, tendente a establecer un nuevo modelo de atención, y revisar los criterios de concesión actual de bases y ayudas, adaptándolos a la emergencia social actual. Además, se plantea complementar económicamente el catálogo de prestaciones que ofrece el IMAS, especialmente en lo referido a garantizar la alimentación de los colectivos más vulnerables, así como el acceso a la vivienda.
Los “Nuevos impulsos para la economía y el empleo” tienen su reflejo en el documento en medidas como garantizar el nivel inversor del Ayuntamiento; agilizar los procedimientos de adjudicación de obras y servicios; o buscar nuevas fuentes de financiación de los proyectos a través de subvenciones. Entre otras, se proponen medidas económicas como la creación de una plataforma e-commerce para apoyar la venta de productos; un portal de formación para toda la ciudadanía con un amplio catálogo; crear una oficina técnica de apoyo al comercio de proximidad; o un Plan Director de Comercio que será fundamental para impulsar al sector, estableciendo las líneas estratégicas de referencia en el municipio.
Por último, “La nueva realidad física de nuestra ciudad” obliga a adaptar la movilidad urbana a las nuevas necesidades de uso del espacio público, teniendo como objetivo principal buscar el poder cumplir con las medidas de distanciamiento social. Para ello, se tendrá en cuenta al peatón, que se convierte es el protagonista principal de la nueva movilidad urbana. Para tal fin, se garantizará el transporte público, la peatonalización de las calles y el fomento de nuevos espacios públicos.