Este jueves se ha producido un radical desencuentro entre la futura concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife Evelyn Alonso y la alcaldesa capitalina, Patricia Hernández, después de que ésta última afirmara que había mantenido conversaciones con Alonso, previas a su inminente toma de posesión en el consistorio santacrucero.
Alonso, quien entrará próximamente en el Ayuntamiento en sustitución del dimitido Juan Ramón Lazcano (Ciudadanos), es pieza clave en la continudad del pacto que permite a Hernández ocupar la alcaldía y que secundaron hace un año tanto Lazcano como Matilde Zambudio, en contra de las indicaciones de la formación naranja.
Cuestionada sobre su posible preocupación por la llegada de Alonso, quien en el pasado se manifestó en contra de dicho pacto y con cuya llegada se han puesto en marcha conversaciones para una posible moción de censura encabezada por el ex alcalde José Manuel Bermúdez (Coalición), Hernández aseguró en Radio Marca Tenerife que «tengo las declaraciones públicas y privadas de Ciudadanos y de la nueva concejala en la que dice que se va a respetar el pacto. Estoy tranquila y confío en la palabra de mis socios», para luego añadir que «he hablado en algunas ocasiones con Evelyn Alonso. A veces la agenda pública no coincide con la instucional. No hemos prestado mucha atención a este tema debido a la situación de la ciudad».
Han sido precisamente estas afirmación las que ha provocado la reacción de Alonso, quien en su perfil personal de Twitter, respondía a la alcaldesa para aseverar que ambas declaraciones eran falsas.
Cabe recordar que Ciudadanos forma parte del grupo de Gobierno de la capital en virtud al pacto rubricado hace un año entre PSOE y los entonces representantes electos de Ciudadanos, Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano. Un pacto que, contraviniendo las órdenes del partido, creó un sisma en la cúpula de la formación naranja en Tenerife al coincidir también con la moción de censura en el Cabildo de Tenerife que arrebató la presidencia a Carlos Alonso (Coalición), en virtud del acuerdo entre el PSOE de Pedro Martín y Ciudadanos, con Arriaga y Rivero en este caso, como representantes díscolos.