a tercera teniente de alcalde y presidenta del Organismo Autónomo de Cultura (OAC) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León, comprobó este viernes 7 de agosto que la escultura “Móvil”, de Francisco Sobrino, vuelve a lucir su aspecto original una vez que han concluido las obras de mantenimiento, restauración y limpieza a la que ha sido sometida. La empresa Julio Crespo Canarias S.A. fue la adjudicataria de los trabajos, por un importe de 4.518 euros.
Para la valoración de daños y adjudicar las obras se contó con la colaboración de la Comisión de Esculturas en la Calle del Colegio de Arquitectos de Tenerife, promotor y organizador de la exposición en su primera y segunda edición. La edil estuvo acompañada en su visita por los miembros de la citada comisión, Carlos Schwartz y Rafael Escobedo, y por el director gerente de la empresa adjudicataria, Eduardo Camacho.
Gladis de León manifestó que “los técnicos realizaron una primera inspección de la escultura para valorar el deterioro y como acometer las labores de restauración y limpieza de esta obra, la de mayores dimensiones de la colección”. La edil recordó la importancia del legado que dejó en la ciudad la celebración de las citadas exposiciones, “hasta el punto de que Santa Cruz cuenta desde entonces con un valiosísimo patrimonio artístico del que pocas ciudades en el mundo disponen; un patrimonio propiedad de todos los ciudadanos, a los que nos corresponde valorar, proteger, cuidar y mantenerlo en condiciones óptimas”.
Inicialmente se realizó una inspección de la obra y se repasaron las zonas dañadas sin material de base para, posteriormente, llevar a cabo una limpieza profunda, descontaminación y desoxidación de las superficies de la escultura, poniendo énfasis en las zonas de uniones y soldaduras. Asimismo, se procedió a la aplicación de una capa de pintura anticorrosiva libre de plomo y, tras una nueva limpieza, se aplicó a toda la superficie dos capas de acabado en poliuretano en el color de la escultura.
‘Móvil’, de Francisco Sobrino.
Está ubicada en la plaza de la República Dominicana, en la confluencia de las avenidas de Bélgica, San Sebastián, Reyes Católicos y Asuncionistas. La obra tiene 12 metros de altura y es una buena muestra del arte constructivo, del que Francisco Sobrino es uno de sus mejores representantes. Esta escultura móvil es de una gran sencillez geométrica. Un vástago central se bifurca verticalmente formando una “U” de ángulos rectos.
Un extremo está a mayor altura que el otro. En cada uno hay una esfera en equilibrio, de la cual parten tres barras cilíndricas que culminan cada una con una esfera. Si una línea imaginaria las uniera se trazaría en el aire un triángulo isósceles. Esta escultura está pintada de un color rojo vivo y situada en una rotonda ajardinada.
Francisco Sobrino (Guadalajara, 1932 – Bretaña, 2014) es uno de los grandes creadores del movimiento óptico-cinético del siglo XX, cuyas voluminosas obras se exponen en varios espacios públicos alrededor del mundo. Este autor es un gran representante del arte constructivo. Su trabajo ha sido objeto de numerosas exposiciones individuales, siendo también parte integrante de los artistas más destacados en la Modern Tate Gallery de Londres, el Centro Pompidou de París, el Museo de Tel Aviv o el Museo de Escultura al Aire Libre del paseo de la Castellana.