El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha reabierto al público hace unos días el Palmetum, jardín botánico de 120.000 metros cuadrados de extensión, especializado en la familia de las palmeras, donde no sólo se ponen a disposición de los visitantes los senderos habituales de las instalaciones, sino que, además, se estrena una nueva Ruta Etnobotánica.
Se trata de una ruta de aproximadamente una hora de duración que puede combinarse con el itinerario “Paseo entre palmeras e islas tropicales”, que convertiría la visita en un agradable paseo de en torno a dos horas por el jardín chicharrero, el cual se considera que alberga la mejor colección de palmeras de todo el continente europeo.
La nueva ruta permite descubrir una interesante perspectiva del Palmetum conociendo el uso que el ser humano ha hecho de numerosas especies a lo largo de las diferentes generaciones y civilizaciones. Durante ese placentero viaje se podrán apreciar de cerca especies tan importantes en nuestro día a día como el cacao, el algodón, la vainilla o el café y a la ver descubrir ejemplares tan llamativos como el árbol del pan o el plátano Poingó, así como el uso que la humanidad ha hecho de ellos a lo largo de su historia.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife procedió a la reapertura del Palmetum al público con algunas novedades más, encaminadas al mantenimiento de la seguridad y la protección de la plantilla que trabaja en las instalaciones y el público visitante, como la retirada de los bancos en el jardín con el fin de evitar que las personas se sienten y pueda respetarse el cumplimiento de la separación de al menos dos metros entre visitantes. Asimismo, con idéntica finalidad, entre los pasillos de entrada y salida se han instalado paneles de separación. El personal dispone de mamparas y máscaras para su protección y los clientes, de gel hidroalcohólico para proceder a su uso tanto cuando vayan a entrar como a salir del recinto.
Con la puesta en marcha de la nueva ruta, el Consistorio tinerfeño ha querido renovar el contenido de las rutas de la montaña para sorprender a sus visitantes una vez más con la información de su destacada colección de más de 3.000 especies procedentes de diversos lugares del planeta, entre los que destacan numerosos ejemplares que se encuentran en peligro de extinción en su hábitat natural. Esta montaña, cien por cien ecológica, en la que no se emplean químicos, ni pesticidas, se ha transformado a lo largo de los años en un nuevo ecosistema de vida en el que crecen especies de rincones tan lejanos a Canarias como Nueva Caledonia, El Caribe o Madagascar e, igualmente, se ha transformado en el hogar de aves y mariposas que amenizan la visita junto a lagos, cascadas y espectaculares miradores con vistas a buena parte de la capital tinerfeña y el océano que la baña.