El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, acompañado por el concejal de Obras e Infraestructuras, Dámaso Arteaga, y la arquitecta de la actuación, María Nieves Febles, presentó hoy el proyecto para la remodelación del Templo Masónico de Santa Cruz, “única muestra de arquitectura masónica en España, construido en 1904, y que está llamado a convertirse en una edificación que, una vez reformada, será un reclamo de primer orden para los residentes y visitantes, y un polo de atracción indiscutible para la comunidad masónica europea e internacional”, vaticina el alcalde.
Bermúdez puso en valor “una rehabilitación del patrimonio histórico de este municipio que reafirma el compromiso político del grupo de gobierno por recuperar para esta capital todos los símbolos y edificaciones con los que pretendemos que las vecinas y los vecinos se sientan orgullosos de esta ciudad, de su historia y de su cultura” y añade que “también para los que nos visitan, a los que debemos transmitirles que esta ciudad tiene mucho que ver y contar, como el próximo museo Rodin en el Viera y Clavijo, la colección de las esculturas en la calle, el Palacio de Carta, el edificio Villasegura o el Castillo de San Andrés, entre otros”.
En esta presentación también tomó la palabra Jesús Soriano Carrillo, el Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, y estuvieron presentes en el Salón de Plenos, además, representantes de diversas logias, miembros de la Tertulia Cultural 25 de Julio, Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife y miembros del equipo redactor del proyecto, entre otras personalidades.
Por su parte, Dámaso Arteaga añadió que “hoy es un día importante porque se presenta el proyecto de remodelación del Templo Masónico y, a partir de aquí, la hoja de ruta que tiene el Ayuntamiento es la aprobación definitiva del proyecto, que ha tenido un coste de 230.000 euros y, por supuesto la licitación de la ejecución de los trabajos, cifrados en 3,2 millones de euros, aproximadamente” y añade que “estos tiempos se inician durante el primer trimestre del año 2022, con un plazo de ejecución de entre 12 y 15 meses, por lo que confiamos que en 2023 sea una realidad”.
Las obras proyectadas consistirán la recuperación simbólica y materialmente de la logia masónica, atendiendo a su categoría de BIC, además de adecuar y compatibilizar los nuevos usos, con el carácter patrimonial del edificio, contemplando, además, la recuperación de la configuración espacial e iconográfica de los espacios de mayor simbolismo, como la Sala de Tenidas y la Sala de Ágapes.
Con esta finalidad, el equipo redactor contempla “incorporar técnicas de construcción actuales, en espacios de nueva creación o de interés simbólico, cuya resolución resulte más ventajosa para la resolución final”, por lo que se añade que “se resolverán los espacios posibilitando el uso público del edificio, según las normativas en vigor, accesibilidad (ascensor), normativa de incendios, adecuación estructural a los nuevos o futuros usos e incorporar las instalaciones necesarias, sin desvirtuar la imagen original, ni ser agresivas en cuanto a su expresión, quedando lo más mimetizadas posible”, sostiene la arquitecta.
Es importante recordar desde el punto de vista de la historia que el edificio fue levantado por la Logia Añaza, que se convirtió en el taller masónico canario más importante del siglo XX, tanto por su larga trayectoria como porque contribuyó decisivamente a organizar y consolidar la Masonería en Canarias, pero también a divulgar la cultura y las ideas de progreso en la sociedad tinerfeña y canaria de la época.
Fundada en 1895, a lo largo de su existencia estuvo bajo los auspicios de distintos “Orientes”: con el nº 125, bajo los auspicios del Grande Oriente Ibérico (1895- 1903); del renovado Grande Oriente Español con nº 270 (1903-1922), cambiando la ritualística en todos sus grados para practicar el rito Escocés, Antiguo y Aceptado; de la Gran Logia de Canarias (1922-1931) con el nº 1, y por último, al Gran Consejo Federal Simbólico del Grande Oriente Español de nuevo con el nº 270 (1931-1936).
Hay que tener en cuenta, además, que las manifestaciones de la arquitectura masónica se circunscriben fundamentalmente al ámbito funerario y a la construcción de templos o sedes para las logias. En este sentido, el Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife no sólo es el único edificio proyectado y erigido como templo masónico que ha sobrevivido a la dictadura franquista, sino uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura civil española erigido en 1904.