Santa Cruz pone en marcha un piso tutelado para personas sin hogar

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), ha puesto en marcha una vivienda tutelada para que las personas sin hogar usuarias del Centro Municipal de Acogida (CMA) y del Centro de Mínima Exigencia (CME) que se encuentren en un nivel avanzado de integración puedan impulsar su proceso de autonomía e inclusión social. Con este nuevo recurso, el Organismo Autónomo amplía su capacidad de respuesta para las personas que se encuentran en exclusión social y llegan a los recursos municipales en los que se les acoge y se realizan acompañamientos sociales, los cuales incluyen la cobertura de necesidades básicas (alimentaria, higiene personal…) para las personas que pernoctan cada día en dichos centros.

Los usuarios serán mayores de 18 años y menores de 65 años con autonomía suficiente para el desarrollo de actividades básicas diarias, aunque excepcionalmente también podrán utilizarlo personas con procesos de intervención previos iniciados desde las Unidades de Trabajo Social (UTS) que cumplan con los factores adecuados para beneficiarse de este recurso, serán también tomados en cuenta.

El Consistorio -que preside Patricia Hernández- sumará una vivienda tutelada más de similares características, donde hasta ocho personas sin hogar del municipio, tanto hombres como mujeres, recibirán acompañamiento con el objetivo de lograr su inclusión social con la mayor autonomía posible.

Esta propuesta pretende afianzar y complementar el trabajo y la intervención socioeducativa con las personas usuarias de los centros de primera acogida. Con este proyecto se pretende potenciar e incrementar las habilidades, actitudes y aptitudes que les permitan superar las dificultades sociales que les ha llevado a la extrema situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.

El equipo técnico de este recurso municipal para personas sin hogar trabaja con las personas usuarias diferentes áreas para reforzar y promover la autonomía de las mismas, así como la mejora de la autoestima y confianza personal. Para ello se incide desde el trabajo de campo en aspectos básicos, como en su salud tanto física como mental, la empleabilidad y formación, el empoderamiento para la autonomía, la ocupación del ocio y tiempo libre y la promoción de la valoración y recuperación de relaciones tanto familiares, sentimentales y personales como de interactuación en la sociedad.

El trabajo interno del piso tutelado consta de cuatro fases, que se desarrollan por los profesionales con el objetivo de integrar en la sociedad a cada miembro. El proceso tendrá una duración de 6 meses, que será cuando los beneficiarios deberán aplicar lo aprendido en un contexto social normalizado.

El trabajo del equipo profesional será de asesoramiento y acompañamiento en el proceso de cambio e inserción, haciendo hincapié en la consolidación del compromiso adquirido hacia el cambio, fomentando la buena relación de convivencia con los demás usuarios a través de una dinámica de bienvenida que beneficie la incorporación a la vivienda de manera estable.

Durante esa convivencia, se fomentará también la implicación activa y participativa de cada miembro de la vivienda tutelada con la supervisión y orientación del profesional de referencia, dirigida y enfocada siempre a lograr el objetivo final, que no es otro que la Salida. El último paso se realiza procediendo previamente a una valoración final que determine en qué medida se han logrado los objetivos, para luego realizar, de forma conjunta, una búsqueda alternativa de alojamiento en la cual se facilitará el traslado al nuevo lugar de residencia.

La presidenta del IMAS y concejala del área de Atención Social, Marta Arocha, considera que “es una gran noticia avanzar en la creación de un sistema amplio, estable y diversificado de recursos sociales para personas sin hogar atendiendo a sus particularidades y necesidades, ya que no todas las personas sin hogar son iguales y se debe ofrecer, por tanto, una respuesta lo más individualizada posible para cada una. Con esta diversificación y especialización hacemos realidad los enfoques de la Estrategia Nacional Integral para personas sin hogar 2015- 2020, que es el marco global de intervención en este ámbito de los Servicios Sociales”.

Las personas que pasen a vivir en este tipo de recursos alojativos deben organizarse; todos tendrán “copia de la llave» y pasarán a ser “compañeros de piso”, por lo que tendrán que aprender a llegar a consensos para realizar las tareas de limpieza, de preparación de alimentos y las compras semanales de productos de higiene y alimentación necesarios. Este consenso, por supuesto, será supervisado por el profesional responsable del piso tutelado ya que el acompañamiento del equipo técnico será parte del proyecto en todas las fases de la convivencia que sean necesarias.