El Cabildo de Tenerife, a través de la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (SINPROMI), llevará a término la segunda entrega de alimentos frescos locales, más de 180 toneladas, a 7.500 familias con niños y niñas de toda la isla que, por su situación económica extrema, son beneficiarios de la denominada ‘cuota cero’ (no abonan nada) y ‘cuota uno’ (pagan un euro); lo que supondrá el fin de una operación que ha supuesto el reparto de 359 toneladas en toda la isla.

Se trata de una acción, gestionada desde la institución insular, enmarcada dentro del pacto social y económico por la activación de Tenerife, posible gracias a la firma del presidente del Cabildo, Pedro Martín, y la consejera de Acción Social, Marián Franquet, y vicepresidenta de Sinpromi, de un convenio de colaboración con la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.

El consejero delegado de Participiación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, mantuvo un encuentro esta semana con los responsables de asuntos sociales de los ayuntamientos de la isla. “El objetivo es facilitar la canalización de las cestas, con un peso aproximado de 24 kilos, en los centros educativos donde estudian los niños y las niñas”.

Insiste en que “el reparto de las cestas se realizará de manera discreta, no pública, con el firme objetivo de salvaguardar la identidad de las familias; por lo que tampoco haremos público el horario en el que lo haremos”. Se llevará a cabo en 189 centros educativos de la isla: 72 en el área metropolitana, 62 del norte y 55 en el sur.

Gugliotta ha querido agradecer a los voluntarios y voluntarias de las 28 entidades adscritas al programa Tenerife Solidario, gestionado por Sinpromi,  que hará posible esta operación. “Son personas con experiencia en la entrega de alimentos, sin cuya labor esto no se podría llevar a cabo, cumpliendo, como no podía ser de otra manera, con una planificación establecida previamente y la distancia social”.

La adopción de esta medida cubre, por un lado, la urgencia de suministrar alimento fresco y local a las familias más necesitadas de la isla y, por otro, como una vía para canalizar los excedentes de productos del sector primario derivados del cierre de fronteras nacionales, afectando este hecho al sector turístico, destinatario de gran parte de las producciones del sector primario en la isla.