El Cabildo propone a las bodegas comarcales varias medidas para impulsar el sector

El consejero del Área de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, se ha reunido días atrás con representantes de las bodegas comarcales de la isla para aunar esfuerzos en el sector vitivinícola y trabajar de manera conjunta para trasladar al consumidor la importancia de comprar vinos tinerfeños, especialmente en una situación económica complicada derivada de la pandemia del coronavirus COVID-19.

A este encuentro asistieron los presidentes de la SAT Unión Viticultores (Valleoro), Jesús Corvo;  Bodega Cumbres de Abona, Manuel Marrero; Bodega LaCasmi (Casa San Miguel), Ángela Delgado; Bodega Brumas de Ayosa, José Bruno Albertos, y Bodegas Insulares, Bitsa (Tacoronte-Acentejo e Ycoden Daute Isora), José Sosa.

La reunión, celebrada en el palacio insular, sirvió para debatir con unas entidades que representan el 35% del acopio de uva producida en Tenerife para la elaboración de vinos de calidad, y tras hablar sobre la situación que atraviesan las bodegas comarcales y sus perspectivas con respecto a la próxima vendimia, proponer varias medidas de impulso del sector en el contexto de la crisis económica generada tras la pandemia.

Los representantes de las bodegas comarcales expresaron los temores del sector ante la dura competencia que supone la importación. A este respecto, Parrilla requirió que se extremen los controles de trazabilidad (procedimientos que permiten seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas). “El camino que tenemos que seguir es el del control de la trazabilidad del producto, desde el terreno a la bodega para conseguir una mayor producción y calidad de las cosechas. El Cabildo ha apostado por el uso de veedores profesionales, que se ha traducido en la inversión para su contratación a través de la ayuda otorgada a los consejos reguladores de las seis denominaciones de origen que operan en Tenerife», señala el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca.

También se trató la necesidad de una mayor disponibilidad de los recursos hídricos agrícolas para las medianías del Sur y de las posibilidades del agua regenerada.

Del mismo modo, la mayoría de las bodegas expusieron que van a comprar la misma cantidad de uva que en años anteriores, incluso más, si existe disponibilidad por una contracción de la demanda proveniente de bodegas de corte familiar. Hay que subrayar que algunas bodegas comarcales representan más de un tercio de la producción de la denominación de origen en la que se enmarcan, especialmente en los casos de la comarcal de Güímar (un 44-48% del total)  y de Bitsa Ycoden Daute Isora (un 36%).