La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, Ashotel, muestra su satisfacción con la gestión que desde las áreas de Hacienda y Turismo del Gobierno de Canarias se ha llevado para el abono de las subvenciones de la línea destinada al pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los establecimientos alojativos durante los duros años de pandemia. En total, el Ejecutivo canario ha ingresado unas 488 ayudas por valor total de 36,6 millones de euros.
La patronal hotelera expuso en reunión en enero de 2021 al vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, la difícil situación financiera que atravesaban muchas empresas turísticas, que llevaban cerradas los tres últimos trimestres de 2020 por la crisis sanitaria, pero que seguían haciendo frente a tasas e impuestos, lo que generaba grandes tensiones de tesorería y abocaba a muchas de menor tamaño a una situación muy complicada.
En ese encuentro se propuso la posibilidad de que el Gobierno pudiera contribuir a facilitar ayudas, una iniciativa que se concretó posteriormente en una línea de 80 millones de euros, de los que se utilizaron posteriormente 15 para la campaña del bono turístico residente, impulsada por la Consejería de Turismo, con el beneplácito de las patronales turísticas canarias.
De este modo, tras el ingreso de los 36,6 millones para IBI turístico, Ashotel propone ahora al Ejecutivo que los 29,4 millones que han restado de la partida inicial puedan destinarse a las empresas que han quedado fuera de la resolución de la concesión de las ayudas directas COVID por falta de financiación. Son empresas que han cumplido con los requisitos exigidos, pero que están en lista de reserva por terminarse la cuantía de la línea 2.3, la dirigida a las de más de 50 trabajadores, la mayoría del sector del alojamiento turístico, que en Canarias son las que cuentan con plantillas numerosas.
Estas empresas contaban con estas ayudas para superar una nueva temporada de invierno difícil, tras la llegada de la sexta ola que se vive en toda Europa. Si estas ayudas no se materializan puede que algunas de estas organizaciones empresariales no superen otra temporada de invierno en blanco.