Después de dos años, Arona ha conmemorado, casi con normalidad, su Viernes Santo, tras un periodo en el que la pandemia por Covid-19 no había permitido ni la celebración habitual de los oficios religiosos ni la salida de las procesiones.
En esta ocasión, sin embargo, el casco ha rememorado la jornada durante la tarde y la noche, con la salida de las principales imágenes religiosas de la parroquia de San Antonio Abad, acompañadas de vecinos y de miembros de la corporación, presididos por su alcalde, José Julián Mena.
En torno a las 18.00 horas ha comenzado el oficio de conmemoración de la Pasión de Cristo, tras el cual ha salido del templo la procesión magna junto a la Banda Municipal de Música de Arona para recorrer las calles Domínguez Alfonso, La Luna y Duque de la Torre regresando, posteriormente, a la iglesia. Sobre las 22.00 horas ha tenido lugar la procesión denominada de La Soledad, con el mismo recorrido de la anterior.
Por la mañana, también en el Casco de Arona, recorrió las principales calles la procesión del Descendimiento de Cristo, después de la conmemoración del Vía Crucis.
Durante esta Semana Santa, el municipio sumará un centenar de actos en torno a esta conmemoración religiosa, que finalizará el próximo Domingo de Resurrección.