La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, muestra su preocupación por la decisión de Alemania de considerar a Canarias como zona de riesgo. Aunque esta clasificación no implica guardar cuarentena después de viajar a las Islas siempre que se presente una prueba de Covid negativa al regresar a Alemania, Castilla alerta de la necesidad de controlar la incidencia epidemiológica en el Archipiélago para evitar que el país germano suba de nivel a las Islas y aplique restricciones de viajes más severas.
La consejera recuerda que Alemania es el segundo mercado emisor en importancia para Canarias. “En 2019, las Islas recibieron 2,65 millones de turistas germanos, el 17,5% del total, y, aunque no han dejado de venir en estos meses porque no había ninguna prohibición explícita para hacerlo, su presencia ha estado muy condicionada por la obligación de realizar cuarentenas al volver al país”, explica Castilla. Actualmente, los turistas germanos que viajan a Canarias deben presentar un test Covid negativo a la llegada a España y otro cuando regresan a Alemania.
El interés de los alemanes por disfrutar de sus vacaciones en Canarias es palpable, así como la voluntad de turoperadores y aerolíneas de recuperar el flujo turístico con el Archipiélago. Muestra de ello es que las compañías aéreas tienen programadas desde Alemania medio millón de plazas hacia las Islas para los meses de julio, agosto y septiembre.
La nueva calificación publicada hoy por el Instituto Robert Koch no parece que suponga una interrupción de las operaciones de turoperadores a estas alturas, dado el parón de los últimos meses, “pero sí es cierto que la población alemana se caracteriza por ser más disciplinada frente a las recomendaciones de sus autoridades, con lo que se prevé un retraimiento de la intención de viaje que habrá que valorar en los próximos días”, apunta la consejera.
“Debemos ante todo controlar la incidencia epidemiológica en las Islas, bajar el número de casos y seguir con el buen ritmo de vacunación. Si no somos estrictos a la hora de cumplir con las medidas de seguridad y en el futuro el Gobierno alemán nos declara zona de incidencia alta o zona de mutación, las consecuencias serían nefastas para nuestro motor económico”, insiste Castilla.
La clasificación de zona de alta incidencia conlleva la realización de test y cuarentenas, excepto para vacunados y recuperados de la enfermedad, lo que puede afectar negativamente al turismo familiar ya que se daría el caso de que los niños no vacunados tengan que confinarse al llegar, a pesar de que los adultos vacunados no se vean obligados a hacerlo.
En cuanto a los lugares que sean considerados zona de mutación, todas las personas que viajen a estas regiones deberán realizar obligatoriamente cuarentena a su regreso a Alemania, independientemente de que estén vacunados o no.