La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, y el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, han presentado hoy los resultados del Boletín Insular de Tenerife relativos al segundo trimestre del año acompañados del vicepresidente primero del Cabildo, José Miguel Ruano, el Consejero de Industria, Comercio, Sector Primario y Bienestar Animal, Manuel Fernández, y la directora general de la entidad cameral, Lola Pérez.
Este informe económico, elaborado por el Servicio de Estudios cameral con el patrocinio del Cabildo de Tenerife, muestra cómo la actividad económica de la Isla, a pesar de moderarse respecto al primer trimestre del año por motivos estacionales, ha sido capaz de mantener el crecimiento en términos interanuales, marcando no obstante una tendencia de desaceleración en este ritmo de avance.
Santiago Sesé destacó la importancia de la capacidad de anticipación como clave para mitigar los efectos de una posible contracción de la economía, “algo para lo que consideramos que contar con el sector empresarial es una gran oportunidad, ya que podemos aportar datos tanto cualitativos como cuantitativos sobre la evolución de los distintos sectores productivos que, además, será siempre información en tiempo real”.
Tanto Rosa Dávila como Santiago Sesé coincidieron en la necesidad de corregir el déficit en infraestructuras que tiene la Isla como punto de partida para incrementar su competitividad. En esta línea, hay que acometer mejoras en materias como la energética “trazando una hoja de ruta que garantice el suministro”, pero también destacando la prioridad de seguir avanzando en el Plan de Infraestructuras Hidráulicas; o en materia de movilidad, “siendo una prioridad tanto la mejora de nuestros puertos como el aeropuerto de Tenerife Sur, así como la reducción de los colapsos en nuestras carreteras, corrigiendo así situaciones que repercuten en la productividad de nuestras empresas pero también en nuestra propia calidad como destino turístico”.
Para la presidenta del Cabildo todas estas circunstancias “dificultan nuestro desarrollo económico y necesitamos herramientas que nos permitan garantizar el bienestar de las personas que vivimos en Tenerife”.
Y uno de los sectores estratégicos, junto al Turismo, es el del transporte, “vital para el desarrollo económico y social de una isla que se sustenta, en un porcentaje muy importante, en las comunicaciones aéreas y marítimas. “Necesitamos infraestructuras de primer nivel, con unos puertos y aeropuertos acordes al volumen de pasajeros y tráfico que registramos diariamente”.
Sectores
Manuel Fernández valoró, por su parte, la dinámica positiva que se registra en los sectores económicos, haciendo especial mención al sector primario, donde se ha aumentado un 11% anual en el período de enero a mayo de la exportación del plátano en la isla; y el sector industrial, en la que trabajan 67.000 personas de manera directa e indirecta a través de 1.306 empresas inscritas a la Seguridad Social con trabajadores a su cargo.
En este sentido, destacó que “el Cabildo apuesta por la diversificación económica y con este objetivo cuenta por primera vez con una Consejería específica que permita el desarrollo de sector industrial como elemento generador de empleo estable y cualificado”.
Finalmente, José Miguel Ruano destacó la importancia que tiene la colaboración público-privada para el mantenimiento del estado del bienestar, y en este marco se encuentra la relación con la Cámara de Comercio, que está a la espera del desarrollo reglamentario de la Ley de Cámaras de 2019 para seguir potenciando su papel en la inserción laboral y en el impulso de la innovación, digitalización y la Formación Profesional
Datos
El comportamiento de la actividad turística es precisamente uno de los puntos más destacados de este informe, no solo porque Tenerife se sitúa en máximos al contabilizar en el segundo trimestre del año 1.492.750 turistas tanto nacionales como extranjeros (un 7,2% más que hace un año), sino también porque supera el crecimiento medio de Canarias, que en este mismo período avanza un 5,5%. Durante los seis primeros meses de 2023 la Isla acogió a 3.212.296 turistas, un 14,9% más de visitantes que en el primer semestre de 2022.
Buenos resultados en la actividad que también se deja ver en un indicador de la demanda local como es la venta de turismos, que crece un 2% respecto al primer trimestre de 2023 y un 20% si lo comparamos con el segundo trimestre del año pasado. De abril a junio de este año se matricularon un total de 6.423 turismos, 124 más que en el arranque de 2023 y 10.056 por encima si lo comparamos interanualmente.
Desde el lado de la inversión la economía tinerfeña también ha evolucionado de manera positiva, tal y como se aprecia en el indicador de empresas inscritas a la Seguridad Social con trabajadores a su cargo: la Isla sumó 340 empresas más que hace un año (1,3%), consiguiendo nuevamente superar el avance medio del Archipiélago, cuyo crecimiento en este período es del 0,9%.
Los datos positivos que se aprecian en el comportamiento de la economía se producen en sintonía con el del mercado de trabajo de Tenerife, que al cierre del segundo trimestre de 2023 registra una cifra récord de ocupación, con un total de 424.500 trabajadores de acuerdo a la última Encuesta de Población Activa (EPA), dato que supone un 6,9% más que en el primer trimestre del año, y un 5% si lo comparamos con el período de abril a junio de 2022. La evolución del desempleo en este mismo período es también positiva, con una caída de 13.580 (-14,6%) parados en el trimestre, dato que en términos anuales es de 5.300 desempleados menos, un 6,3% por debajo de los existentes hace un año.
Las previsiones económicas de cara a los próximos meses son moderadamente optimistas, tal y como se refleja en el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de la isla de Tenerife, que en la encuesta de junio es de un 0,8%. Las progresivas subidas de tipos de interés pondrán a prueba la capacidad de consumo y el mantenimiento del ritmo de crecimiento de los últimos dos años. Se espera, sin embargo, una menor presión inflacionaria especialmente por parte de la subyacente, aunque su ritmo de descenso seguirá siendo lento.