Me cuesta mucho concentrarme, ¿qué puedo hacer?

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La concentración es una habilidad cognitiva fundamental que nos permite enfocar y dirigir nuestros recursos mentales hacia una tarea o estímulo específico, al tiempo que excluimos distracciones y pensamientos irrelevantes. Es un proceso complejo que involucra la activación de redes neuronales en nuestro cerebro, donde diversas áreas trabajan en conjunto para procesar, organizar y mantener la información relevante.

Cuando estamos totalmente concentrados, nuestra atención está completamente comprometida con la tarea en cuestión, lo que nos permite desempeñarnos de manera más eficiente y eficaz. La concentración nos ayuda a absorber y retener información de manera óptima, lo que a su vez facilita el aprendizaje y el rendimiento académico o laboral.

Sin embargo, a veces es difícil mantener la concentración en un mundo lleno de distracciones constantes, como las notificaciones de nuestros dispositivos electrónicos o las interrupciones del entorno. Además, el estrés, la fatiga y la falta de motivación también pueden afectar negativamente nuestra capacidad para concentrarnos.

Por suerte, existen estrategias y técnicas que pueden ayudarnos a mejorar nuestra concentración. Veamos algunas de ellas a la hora de encarar una tarea:

  • Mantener una buena salud física y mental puede contribuir en gran medida a potenciar nuestra concentración. Dormir lo suficiente, llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y encontrar tiempo para relajarse y descansar son elementos clave para optimizar nuestras capacidades cognitivas.
  • Para minimizar el impacto de las interrupciones en nuestro descanso, es útil establecer límites claros y estructurar nuestro tiempo de trabajo de manera más efectiva. En primer lugar, es importante definir un horario específico para trabajar y adherirse a él tanto como sea posible. Esto significa establecer horas de inicio y finalización claras, y tratar de evitar trabajar fuera de esos límites.
  • Aprovechar herramientas digitales para ayudarte a concentrarte y mantenerte enfocado. Por ejemplo, existen aplicaciones y extensiones de navegadores que bloquean el acceso a sitios web y aplicaciones que pueden distraerte, permitiéndote centrarte en una tarea específica. Configura tus dispositivos y aplicaciones para que no emitan notificaciones durante ese período. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y reducirá la tentación de verificar constantemente tu teléfono o correo electrónico.
  • Establecer períodos de tiempo dedicados exclusivamente a tareas específicas. Por ejemplo, puedes dividir tu día en bloques de tiempo dedicados a tareas de alto enfoque y productividad, y alternarlos con momentos de descanso o tareas menos exigentes. También puedes emplear métodos como la técnica Pomodoro: esta técnica consiste en trabajar en intervalos de tiempo cortos, generalmente de 25 minutos, seguidos de un breve descanso. Durante estos intervalos, concéntrate por completo en la tarea y evita cualquier distracción.
  • Saber decir “no” de manera asertiva cuando se presenten solicitudes que interrumpan tu tiempo de trabajo planificado. Aprender a establecer límites y comunicar tus necesidades a los demás puede ayudarte a mantener tu enfoque y productividad. Si las interrupciones son frecuentes en tu entorno, ya sea de trabajo, de estudio, etc., comunica a tus colegas y supervisores cómo las interrupciones afectan tu rendimiento y plantea formas alternativas de comunicación, como reuniones regulares designadas para abordar asuntos urgentes.
  • Priorizar las tareas: si identifica las tareas más importantes y urgentes, podrás reducir el estrés al completarlas primero. Esto te permitirá tener una sensación de logro y te ayudará a evitar la tentación de permitir que haya interrupciones que afecten demasiado tu concentración.

Recuerda que minimizar las interrupciones no significa eliminarlas por completo, ya que algunas pueden ser realmente importantes o urgentes. Sin embargo, al implementar estrategias para gestionarlas de manera efectiva, podrás proteger tu tiempo y tu concentración, optimizando tu productividad y ayudándote a ganar también más tiempo de descanso o para dedicar a otras actividades.